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John Lennon fue músico, compositor, dibujante, escritor y cineasta entre otras actividades artísticas. |
Conocí
a Los Beatles algo tarde, me sedujeron más bien pronto, pero empecé a
investigar sobre su vida y obra, de manera vertiginosa.
En
1979, cuando empecé con todo esto, no había tanta información disponible como
ahora, así que lo que se encontrase de casualidad en puestos de revistas o
libros usados, era ¡excelente! Sin embargo, yo tuve la fortuna de que mi primer
libro que compré, nuevo e importado, fue The
Beatles, (en español), de un tal Hunter Davis, lo compré porque era lo
único disponible en mi mundo de entonces, fue en una feria del libro en la
ciudad de México y sinceramente se me hizo muy caro, es verdad que el ejemplar tenía
un grosor muy respetable, pero con toda honestidad, digo que me gustó muy poco,
porque no tenía fotografías que para entonces era mi mayor atracción, pues
pensaba formar, (como en efecto, años después lo hice), una gran colección de
imágenes del Cuarteto de Liverpool. En cambio, tenía muchas letras. Al leerlo,
me pasó algo muy similar a Homero Simpson, [Por cierto, John Lennon fue el único de Los Beatles que no prestó su voz para esa serie], cuando en un capítulo de su programa
de televisión, quería informarse sobre la energía nuclear y tomó un libro para
avanzados, al no entender nada, lo tiró a la basura y siguió con otro para
intermedios, el cual corrió con la misma suerte, siguió con un libro para
principiantes y al no comprender ni una palabra, recurrió al…¡diccionario! A mí
me pasó casi lo mismo al leer la obra de Hunter Davis, no entendía muchas
palabras, pues se tradujo en España, con los modismos de allá y con vocabulario
más literario y culto. Eso sí, estaba repleto de exquisita y sorprendente información. Así conocí a
Los Beatles.
Más
de treinta años después, y ya habiendo elegido a mi héroe dentro de los cuatro Beatles:
John Lennon, pude disfrutar y aprender muchísimo más de la idiosincrasia y
pensamiento voluntarioso de ese genio inglés, todo gracias a este libro que recomiendo
ampliamente ahora, titulado Las cartas
de John Lennon. ¡Cómo me hizo
falta este texto, cuando escribí mi modesta aportación a la literatura mexicana:
Héroe de la clase trabajadora/John
Lennon y su obra editado en 1998, el primer libro sobre este tema que
escribe un mexicano y que se dio a conocer en varias latitudes. ¡Todo lo que no
he aprendido de Lennon, después de estos quince largos años que han pasado!
Esta
gran recopilación de escritos de Lennon, arroja mucha luz sobre los diferentes estados
de ánimo y de ideología que vivió y sintió el fundador de Los Beatles. Descubrimos
a través de ellos, la intimidad y el lado más personal del sensible compositor.
Muchas
de las cartas son inéditas y revelan sus pasiones, preocupaciones y miedos, su
inconformidad, disgustos y pareceres. Las cartas están ilustradas con los dibujos
del propio compositor de Imagine. Es
un coctel suculento y a veces de un
extraño encanto, atiborrado con juegos de palabras, trabalenguas y bromas. Es
todo el ingenio de Lennon expuesto sin cortapisas en un papel. Las letras ahí
contenidas, forman ya, un valioso testimonio de su intensa vida.
Y,
paradoja o no, el autor de esa recopilación con los debidos comentarios, notas,
apostillas y hasta interpretaciones de los escritos de Lennon es, el mismo Hunter
Davis con el que entré al estudio de la beatlemanía.
Davis
es un periodista y escritor británico que tiene el gran privilegio de ser el
autor de la única biografía oficial y autorizada de Los Beatles, -ya comentada
líneas arriba-, y que si bien es cierto tiene muchas omisiones hechas, muy
probablemente a propósito, -pues se trataba de escribir una obra apologética sobre
John, Paul, George y Ringo-, así la biografía por ejemplo, no dice entre otros
puntos ciertos de la historia, que Brian Epstein, el representante del grupo, era
homosexual, (muchas de estas deficiencias se subsanarían en obras posteriores
como la de Phillip Norman: Shout!). Lo
único cierto y muy encomiable, es que Davis contó con fuentes de primera mano
cómo las entrevistas que les hizo a familiares y amigos de Los Beatles, amén
que de éstos últimos, obtuvo revelaciones muy importantes de propia boca. Años
después, esa biografía la enriqueció, la actualizó y la presentó en una edición
muy bella. ¡Contar con ese tipo de fuentes primarias, es la envidia y el sueño
dorado de todo historiador!
Davis,
no conforme con la enorme obra ya descrita, platicó y acordó con Yoko Ono el asunto de publicar los manuscritos de John
Lennon, ella al principio se opuso, porque pensaba que era un aspecto muy
privado de John, finalmente dio su autorización, (¿la movió el dinero, o fue un
gesto dadivoso de compartición?), y, como conclusión, los manuscritos conocidos y
otros no tanto, vieron la luz pública, lo cual, desde luego, es muy
agradecible. Con el permiso de la viuda en la mano, Davis, se puso a recopilar
todo lo existente, contactó a muchos familiares, amigos, asistentes,
publicaciones y otros medios de comunicación, rastreó y se acercó a coleccionistas
particulares y corporativos y fans que tienen en su poder, los papeles
originales. Con todos esos documentos, editó la correspondencia privada de
Lennon, en este inigualable y hermoso libro.
El
recopilador agrupa todos los escritos como cartas,
aunque en realidad se trata de notas, instrucciones, formularios, documentos
oficiales, telegramas y por supuesto, también misivas, algunas muy extensas y
otras muy tajantes, pero creo que todas tienen un alto valor estimativo,
histórico y en algunos casos, también retórico.
En
total son 285 cartas presentadas en el libro, algunas tempraneras están
fechadas en marzo de 1961 la época de la Caverna, hay otra del 15 de agosto de 1960
sobre el primer viaje del grupo a Hamburgo
y otra de diciembre de 1962 cuando los Escarabajos hicieron su primera
aparición en televisión.
Para
John, era muy natural escribir y le gustaba mucho comunicarse por escrito; él
vivió y murió en una época anterior a los e mail o correos electrónicos, el chat,
los mensajes de texto de celular o los post, entradas o estados de las llamadas
redes sociales. Su mundo comunicacional era un papel y un lápiz o acaso, una
máquina de escribir en donde redactó varios escritos. Desde luego que muchos de
esos papeles, ahora son infinitamente valiosos, como por ejemplo, los
borradores de muchas de sus canciones, o el listado de los temas que Los
Beatles interpretaron en algún concierto.
Escribió
mucho de su puño y letra, haciendo honor al título de su primer libro In his own write, casi siempre plasmaba
sus ideas escoltadas con dibujos, dirigidas a familiares, amigos, fans,
periódicos, organizaciones de diferentes índoles y no dejó de lado a los abogados,
pues también enfrentó varios problemas judiciales.
Yoko
Ono, -la viuda y titular de los derechos de propiedad intelectual de
Lennon-, y Hunter Davis se pusieron en
contacto con un sinnúmero de destinatarios quienes gustosos o comprometidos, accedieron
a prestar copias o a veces los originales de notas, listas, cartas, tarjetas,
postales o cualquier papel que llevara la firma de John Lennon, a veces, hasta
eso era suficiente, pues finalmente era un autógrafo. Yoko prestó todo lo que
conservaba y el mismo Davis encontró algunos documentos dirigidos hacia su
persona y familia.
No
sólo están los manuscritos, también existen sus dos libros de poemas publicados
y claro los famosos e invaluables libritos escolares como el de Sport Speed and Illustrated, que
escribió alrededor de los diez años de edad y el Daily Howl. Muchos de los propietarios de estas cartas, alcanzaron
cierta notoriedad, otros más permanecen en el anonimato. Incluso, he llegado a
pensar que el propio Paul McCartney posee algunos de ellos, adquiridos
probablemente en una de las muchas subastas que se hacen de objetos de
estrellas del rock. Dean Wilson otro coleccionista llegó a tener un manuscrito
que facilitó para el libro. Davis refiere el caso de otra propietaria que vendió
su carta para comprarse una lavadora.
En
fin, éste es un gran trabajo de investigación y recopilación. El valor de las
cartas no sólo es comercial, también es literario. Los escritos y canciones de
John se estudian en todo el mundo, como en la Jacobs School of Music de la
Universidad de Indiana, la mayor escuela de Música de Estados Unidos.
Son
textos socarrones, divertidos, de una inspirada locura, llena de una
conmovedora emoción y honestidad, retruécanos y expresiones muchas veces
inentendibles que se complementan con las eruditas explicaciones e inteligentes
comentarios editoriales de Davis. Cada carta incluye por lo regular, una imagen
gráfica aunque muchas de ellas ya están muy deterioradas.
Por
otra parte, debemos decir que es una fortuna tener la versión en español, pues
para los mismos angloparlantes, resulta muy complicado entender el significado,
dado que Lennon escribía con faltas de ortografía intencional o descuidadamente
o bien porque mezclaba palabras en otros idiomas o inventaba nuevas, eso sin
mencionar los retrúcanos lennonianos, tan célebres.
Es
muy admirable el trabajo que hizo la traductora para esta edición quien prácticamente
tuvo que adivinar muchas palabras o hasta las fechas. Para el mismo Davis, fue
muy dificultoso las explicaciones.
Entre
los muchos destinatarios y cartas que escribió Lennon, están los siguientes:
una tarjeta a su tía Harriet en navidad de 1951, una nota para la misma tía en
donde le informa que tomó prestada la bicicleta de su primo David, una bella
postal navideña con dibujos para su novia Cynthia de 1958, una carta para Stuart Sutcliffe de
1961 en donde viene incluido este pequeño y sublime poema:
“No puedo recordar nada
que no tuviera una tristeza tan profunda
que difícilmente puedo concebir,
tan profunda que sus lágrimas me dejaban
como un espectador, de mi propia ESTUPIDEZ
Y así voy vagando con un hey nonny, nonny no”.
Hay
otra carta enviada a una fan de nombre Joan, escrita alrededor de septiembre de
1962 en la cual le envía adjunto, una púa de guitarra y una cajetilla de
cigarros firmada por él mismo, cómo ella le solicitó. A veces Lennon escogía
cartas al azar de la mucha correspondencia que le llegaba y otras tantas veces,
contestaba personalmente las mismas, sobre todo si en la misma carta, el
remitente incluía un sobre con todos los datos. También existe un listado del
repertorio de su primer concierto de Estados Unidos del 11 de febrero de 1964
en Washington, una carta a su padre Alf, y otra a su ama de llaves Dot Jarlett
que vivía en la casona conocida como Kenwood.
Lennon
escribió sus cartas en muy diferentes tipos de papel, pautado o hasta membretado
y desde lugares muy distantes y distintos. Cuando estaba en su curso de
Meditación Trascendental en la India se despedía con un “Que Dios te bendiga” o
con un “Jai Guru Dev”. Desde que conoció y vivió con Yoko, siempre dibujó en
sus cartas las famosas caritas de John y Yoko.
Durante
la época de las encamadas escribió la rara frase de “Dios es amor”, esto fue en
mayo de 1969 en Montreal, Canadá.
También
contestó la encuesta de la línea aérea BOAC el 29 de marzo de 1969, mientras
viajaba en uno de sus aviones.
En
una hoja de libreta escolar escribió y firmó un comunicado como presidente de
Apple y a George Harrison lo puso como director, esto cuando tenían los
problemas más severos con Paul McCartney.
Otro
mérito de este gran libro que es necesario distinguir, es que incluye fotos
nunca antes vistas, o al menos, muy poco conocidas.
Mandó
varias cartas a periódicos como el Record Mirror y a revistas como la OZ y lo
hacía, como ya dije, con el primer papel que encontraba a la mano, es por ello
que existen escritos plasmados en papel
membretado de varias empresas como la American President Line o la American Air
Lines.
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Su primer escrito: Un librito diseñado completamente por él mismo. |
No
es que 1971 sea el año más prolífico de Lennon en cuanto a la producción de
cartas, lo que pasa es que las fechadas en ese año son las más abundantes que
se conservan. Probablemente las más fascinantes tenían que ver con Paul
McCartney. Hay un fragmento dirigido a él que dice “¡Ah si hubiera una
respuesta! De verdad crees que es sencilla ¿La mayor parte del arte actual ha
surgido debido a Los Beatles? No creo que estés tan loco Paul”.
También
le escribió a Tariq Ali, Mike Evans y a la Reina de Inglaterra, entre muchos
otros.
Defendió
e impulsó mucho la obra de Yoko Ono contra artículos detractores, decía a los
que no reconsideraban el valor de la obra artística de la japonesa: “Tus
prejuicios no pueden ser tan profundos”. Criticó a la opulencia y defendió
muchas causas políticas, particularmente a los encarcelados injustamente, por
quienes pedía clemencia. Refiriéndose al álbum de Yoko, Fly, dijo: “…dentro de poco en las grasientas manos
de la monja egocéntrica invisible que fue vista por última vez con los gorbells”.
A
una postal titulada “Spring evening” que muestra a un sátiro y una mujer, John
le añadió al sátiro unas gafas redondas y a la mujer le sobrepuso una foto de
la cara de Yoko, esa postal la editó el Museo Nacional de Artes de Budapest en 1819.
También
en otro escrito, defiende su propia obra: en la carta 147 fechada en septiembre
de 1971 dirigida a George Martin, le dice a éste que él, Lennon, escribió al
menos el 50% de las letras de Eleonor Rigby. Todos pensábamos que era una
canción integra de McCartney. Esto quiere decir que la canción le gustaba a
John, de lo contrario hubiera dicho que era cosa de Paul. Yo creo que sí es
mayoritariamente de Paul.
En
la carta 148 fechada el 9 de diciembre
de 1971 le dice a Paul “No dices nada pero lo dices muy fuerte como si dijeras
algo”.
Escribió
unas notas sobre el álbum Imagine. Son los comentarios más extensos que redactó
sobre su propia música, aunque nunca se publicaron.
Una
parte interesantísima es cuando John, le escribe a Len Wood, un director de EMI
para sugerirle las canciones que formarían parte de unos EP´s mexicanos. Es una
parte muy didáctica, en la cual se aprende mucho, pues Lennon, realmente estaba
interesado en la música de los Beatles, aunque él dijera que no. Además es de
relevancia, porque dejó plasmado en papel, el nombre de México.
Existe
otra carta dirigida a su chofer Les Anthony. Es digno de mención, porque
Lennon, a pesar de ser un burgués rebelde, tenía afinidad con la clase proletariada.
Llama
mucho la atención una carta dirigida a varios líderes del mundo, para detener
la ejecución de Michael X, (un negro que finalmente fue ahorcado en 1975); en
ella dice “…matar no es la solución.”
Los
beneficios de la canción The Luck of the irish fueron destinados al movimiento
de derechos civiles de Irlanda. También apoyó la investigación para la
distrofia muscular. Es conocido su concierto One to one de 1972 que sirvió para recaudar fondos para la Willowbrook School, una escuela que atendía a
niños con retraso mental. Todos los conciertos que ofreció Lennon después de
Los Beatles fueron benéficos y nunca cobró nada por ellos.
En
otra carta se conduele de los soldados muertos y culpa al imperialismo
británico y al estadounidense, de manera muy abierta.
Hay
otra carta de Yoko en donde él sólo pone al final, “Estoy de acuerdo”
También
escribió una reseña muy interesante sobre The Goon Show Scripts. Algo que
muchos no sabíamos.
En
julio de 1975 le escribe a un productor de radio en donde se sincera: “¿De
verdad estoy haciendo lo que realmente quiero hacer o simplemente hago lo que
se supone debo hacer?”
En
otra misiva fechada en junio de 1975, la llamada carta 208, dice que “…los Bay
City Rollers, son gays excepto el que finge serlo” (¡Primicia! Los City Rollers
era un quinteto escocés que hizo muy popular el tema de Saturday Night).
A
finales de la vida de Lennon, le gustaba Blondie o Donna Sumer, por eso le pidió
por escrito a su asistente Fred Seaman que le comprará el disco Hot Sutf de la
Reina de la Música Disco.
Su
imperdible hábito, por no decir manía, de mandar postales a gente cercana a él,
(Ringo Starr o Alfred, su padre), le hizo enviar postales desde La Coruña, Singapur,
Alemania, Cuba, Rusia, Japón, Liverpool y Estados Unidos, entre muchos otros.
Le mandó algunas postales a Rosa López, una doméstica española que fue quien
enseñó a Lennon a hornear pan y algunas palabras en español. A ella, más que
una empleada, la consideraba una amiga. A Rosa le escribió desde Japón: “Buenos
días” (¡en español!). Otras palabras que dijo Lennon en nuestro idioma fue “Qué
pasa”, fue en la canción New York City publicada en 1972.
En
fin, en las cartas, encontramos instrucciones para sus asistentes y hasta una
ingeniosa y mordaz nota para la lavandería, entre divertida e irónica. (Carta 265).
También
firmó en el libro de registro de la goleta Megan Jay, en la que Lennon de
manera verdaderamente inusual, navegó, -él solo, sin asistentes-, con otros
cuatro tripulantes en junio de 1980 hasta las Bahamas. Con ello, conoció la
experiencia del marinero, un gusto que siempre llevó dentro. Su padre y abuelo
fueron marinos. Esta aventura es muy poco conocida en su biografía.
En
la página 257 de este maravilloso libro, Davis narra la historia de una joven
brasileña de dieciséis años llamada Lizzie Bravo que en 1968 hizo un viaje de
vacaciones a Londres -que le regalaron sus padres por sus quince años de vida-,
con su mejor amiga Denise, ambas junto a otras muchachas, muy seguido se
atrincheraban afuera de los estudios EMI en Abbey Road, con la esperanza de ver
a los Beatles. El único propósito de su viaje era ese, conocer, aunque sea de
lejos a los Beatles. Sucedió que el domingo 4 de febrero de 1968, Paul McCartney
salió de los estudios y preguntó a las fans reunidas allí si alguna podía
alcanzar una nota alta. Lizzie y Gaylee Pease se ofrecieron como voluntarias y
se las condujo al interior de los estudios para cantar con los Beatles, ¡Una
fantasía hecha realidad para cualquier beatlémano! Estaban grabando Across The
Universe, compuesta por John, y Lizzie y Gayleen tuvieron que cantar durante
más de dos horas el mismo estribillo una y otra vez: “Nothing´s gonna change my
world”. Gayleen compartió micrófono con Paul y Lizzie, con John.
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Último escrito que se conoce de Lennon, 8 de diciembre de 1980. |
Quiero,
por último, citar algunas cartas completas de Lennon, quizá son
representativas, no solo por su contenido sino acaso, por su forma literaria de
redacción:
Carta
175, (p. 60):
“Declaración
de Nutopia, 1 de abril de 1973.
Anunciamos
el nacimiento de un país conceptual, NUTOPIA.
La
ciudadanía del país puede obtenerse mediante una declaración de la propia
conciencia de pertenecía a NUTOPIA.
NUTOPIA
no tiene más leyes que las cósmicas.
Todas
las personas de NUTOPIA son embajadores del país.
Como
dos embajadores de NUTOPIA, pedimos inmunidad diplomática y reconocimiento en
las Naciones Unidas de nuestro país y su gente.
John
Lennon
Yoko
Ono
Embajada
de Nutopía
One White Street
Nueva York, N. Y.
10013
1
de abril de 1973”
El
himno internacional de Nutopia, son tres segundos de silencio, está “grabado”
por Lennon y se publicó en el álbum Mind Games de 1973. La palabra Nutopia viene
de Nut, loco y Utopia, utopía.
Carta
21, (p. 200): Carta del club de fans a las fans suizas, 1962/63
“Hola,
bienvenidas todas nuestras amigas en Suiza.
Encantados
de tenerles en el club de fans.
Saludos
cordiales de los Beatles
John
Lennon, Paul McCartney,
George
Harrison, Ringo Starr.”
John
también le dirigió una Carta de amor
a Mario Rossi, crítico de arte del periódico Syracuse Post Standard, John apoyó
su misiva con argumentos más artísticos. (Carta 138, octubre de 1971):
“Querido
Mario (siglo XIX) Rossi,
Si
en su mediocre e insignificante ataque hubiera dicho algo del siglo XX, le
hubiera contestado. No lo hizo.
¿Por
qué no le da su trabajo a un escritor?
De
dos amantes de lo antiguo y lo nuevo.
John
Lennon
Yoko
Ono
PD.
Supongo que la rueda de bicicleta de Marcel Duchamp está en la categoría de cañerías oxidadas, gracias por el
cumplido. (¿Ha oído hablar de Duchamp?)”
El
libro físicamente, mide 19 cm de ancho, 25 cm de alto y 4 cm de fondo. La
primera edición es de febrero de 2013, fue registrado por Seyla Editores y
editado por Libros Cúpula. Consta de 392 páginas, bellamente ilustrado a todo
color y de muy buen papel y pasta dura.
El
genial Hunter Davis autor del libro en comento, donó en mayo de 2013 algunos
manuscritos de Lennon a la Biblioteca Británica, que serán exhibidos en la Galería
de los Tesoros junto a obras de Beethoven y Shakespeare. Entre los documentos
cedidos a la nación figuran las letras de canciones del Cuarteto de Liverpool
como 'Strawberry Fields Forever', 'She said she said" e 'In my life'. La
donación fue en cierta forma, tramposa, pues el gobierno inglés lanzó un
programa de reducciones fiscales para quien done objetos patrimoniales y Davis
se acogió a él, con lo cual se ahorró varios miles de libras esterlinas en
impuestos. Pienso que el ganador finalmente, es el público quien podrá admirar
un papel con algunos trazos que ni siquiera el mismo Lennon supuso lo que
podrían valer en el futuro.
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¡Espléndido libro! |
Como
colofón, quiero decir lo que pienso del hombre que más admiro en el mundo, (con
todas sus reservas): creo que los últimos diez años de vida de John Lennon marcan
toda la diferencia. Para mí, el Lennon que más admiro es el de 1970 a 1975 y por
otra parte, el que menos me gusta es el de 1975 a 1980, siento que en éste
último periodo dejó de pelear por los ideales que le caracterizaban y perdió
mucho de su maravillosa rebeldía; se dedicó más a vivir como un maldito
burgués, de esos, que él odiaba. Pero probablemente el hombre, el ser humano en
general, también necesita un poco de vida familiar a veces, yo mismo lo he
experimentado. Pero finalmente, ¿Quién es John Lennon? ¿Un hipócrita, un loco,
un genio? O, ¿Acaso es sólo un hombre, como tú o como yo?