En la barca ciega de la soledad que espina
Huye la difusa sombra que huele a mujer
Gozosa ausente que envicia y domina
Apertura dulce, agua ilícita de beber
La blanda parece dicha delante de la reja
Sigo sin los dedos mojados en el pastizal
La sonrisa de diosa es cruel porque se aleja
La gaviota joven no baja a probar la sal
No baja los ojos la atenea inmensa, divina
No existe trampa alguna que la haga caer
Hay amor excelso y promesas en la esquina
Aun, el señuelo ebrio no la puede vencer
Mi ilusión herida su marcha despeja
Nunca hubo contacto físico ni mental
La extraña ignora mi vida olvidada y vieja
Concluí: “que bueno, me hace tanto mal”
Seduce su figura esbelta, amable, fina
Sabiendo que nunca se podrá poseer
Su existencia admira, aturde y fascina
La diosa que solo a ratos se vuelve mujer
Despiadada no hace caso a mi flaca queja
Es egoísta con los frutos de su panal
Reina del gozo, mi dueña me maneja
Ella es solo fantasma, ¡no puede ser real!
Foto: Río de Real del Monte, Hidalgo 11/11/06
11 de noviembre de 2006
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3 comentarios:
Qué diera, lo juro, por ser yo.
TUS POEMAS NO NECESITAN DE NADA SON SUPER COMPLETOS, LOGRAS EXPRESAR ESA MELANCOLIA, FELICIDADES (NANCY)
NO;NO; NO;usted tampoco es de este mundo...................................Ale66
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