26 de junio de 2010

HUASCA CONTRA ATOTONILCO EN AJEDREZ

¡Que hermosas son las tradiciones mexicanas y las policromadas fiestas del Santo Patrono de cada pueblo de nuestro México querido! Cada una tiene un singular sabor que permea en la memoria y la sensibilidad de quienes nos gustan los colores, la alegría, el cielo, las sonrisas, las emociones, los atardeceres, el sol, las nubes, los árboles, las montañas y el esfuerzo que hace cada enamorado de su lugar para su fiesta anual, prodigiosa llena de sonidos, imágenes y sensaciones que se quedan en nuestra reminiscencia y alma para siempre. Por algo se le llama a ese encuentro con Dios, fiesta.

Que gusto da ver los clásicos juegos mecánicos, disfrutar los deliciosos antojitos que todos los puestos venden, quisiéramos tener más estomago y más dinero para degustar los hot cakes de cajeta, los algodones de azúcar, los churros y plátanos fritos, las frituras de harina, y ahora los famosos cantaritos que tienen nombres muy divertidos, como el de nalgas de indio y otros que hacen explícitas referencias sexuales, también están los juegos de reto, como los globos que se truenan con dardos, las ancestrales canicas y otros más, muchos más.

Tuve la gran fortuna de que el licenciado Francisco Guzmán, mejor conocido como Pepe Guía, un gran promotor e impulsor de las grandes bellezas naturales y atractivos turísticos que tiene el primer pueblo mágico del país, (así declarado por la Secretaría de Turismo: la antigua Huascazaloya, que significa lugar de regocijo en náhuatl, lo que nos da una idea de sus encantos propios y que hoy es conocida como Huasca de Ocampo con sus innumerables haciendas, comunidades y espectáculos asombrosos como los prismas basálticos), me invitara como juez de un torneo de ajedrez que celebraron con motivo de la fiesta del pueblo.

Esa preciosa Huasca inusitada, -muy cambiada a la que yo conocí hace alrededor de 30 años- tiene entre otras festividades la de su Santo Patrono que se celebra cada 24 de junio: San Juan. San Juan Bautista es quien escribió el suceso bíblico de la Ascensión de la Virgen en la Isla de Patmos, de quien existen maravillosas obras pictóricas. La iglesia de Huasca tiene inmejorables lienzos, realmente estupendos que sería imperdonable no conocer.

En esta feria hubo de todo: concurso de baile interescolar, en donde sobresalieron las niñas guapas de los diferentes colegios de la comunidad, concurso de canto, una rifa para todos los asistentes cuyos premios eran un refrigerador y una lap top, entre otros. Hubo además un emocionante torneo de ajedrez (una de mis grandes pasiones),en donde compitieron dos equipos de los municipios de Huasca, -integrado éste por el doctor Ernesto Callejas y José Luís entre otros- y Atotonilco el Grande; cada equipo estaba formado por cinco participantes, fue un enfrentamiento directo, a una sola partida. El encuentro lo ganó Huasca tres a dos. El premio consistió en $ 1,500.00 para el equipo ganador y en $500.00 pesos -nada despreciables-, al perdedor, además de pastes y aguas que repetieron entre los contrincantes. En resultas, todos ganamos y nos divertimos mucho. Bien por la Dirección de Turismo del Ayuntamiento, y sobre todo a la gente maravillosa que le dio vida a un atardecer esplendoroso.

Como dije, tuve la fortuna de ser invitado como juez del encuentro ajedrecístico por Pepe Guía, el organizador quien además nos deleitó con una incomparable comida casera realmente deliciosa.
Gracias a los anfitriones y a todos los habitantes de Huasca por su gran fiesta. Nos vemos el próximo año, primeramente Dios.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo describes tan bonito...
Tere