Este 20 de marzo de 2011, se llevó a cabo en la Casa de Cultura de Tepeapulco Hidalgo, una Mesa Redonda a cargo de estudiosos y especialistas sobre la zona arqueológica de Xihuingo, a 52 años de que se empezó a explorar e investigar el sitio, es decir, se cumplió ya el primer siglo o ciclo azteca desde ese entonces: 52 años.
En el encuentro académico se dieron cita los primeros arqueólogos que trabajaron la zona, así como otros que la trabajaron después e incluso investigadores de otras disciplinas que tienen como denominador común, la coincidencia de enfocar sus trabajos a la zona arqueológica en comento.
La Mesa Redonda comenzó con la bienvenida y mensaje del Delegado del INAH en Hidalgo, Licenciado Miguel Ángel Caraveo Chávez, después tomó la palabra la Licenciada Patricia González, regidora del Ayuntamiento quien asistió en representación del Presidente Municipal José Leoncio Pineda.
Los conferencistas y ponencias fueron:
1° y 2° Temporada de Trabajo
1959-1961
Arqueólogo Roberto Gallegos Ruíz
Investigador del INAH
2° Temporada de Trabajo
1974-1975
Arqueóloga Ma. Teresa García García
Investigadora del INAH
3° Temporada de Trabajo
1974-1975
Arqueólogo Ignacio Rodríguez García
Investigador del INAH
4° Temporada de Trabajo
1978-1982
Doctora Rosalba Nieto Calleja
Investigadora del INAH
5° Temporada de Trabajo
1997
Arqueólogo Carlos Hernández Reyes
Investigador del INAH
Las pinturas rupestres de Xihuingo
Arqueóloga Carmen Lorenzo Monterrubio
Investigadora de CECULTAH
Arqueastronomía en Xihuingo
Doctor Sergio Sánchez Vázquez
Investigador de la UAEH
El moderador de la mesa fue el Arqueólogo Alfonso Torres del Centro INAH Hidalgo.
El primer especialista en presentar su exposición, fue el Profesor Gallegos, un arqueólogo muy respetado y reconocido por su amplia trayectoria. Explicó como se descubrió la Pirámide del Tecolote: fueron algunos trabajadores de la Constructora Nacional de Carros de Ferrocarril quienes encontraron la fachada de la pirámide y primeros escalones. La fábrica de carros estaba asentada en las inmediaciones de Tepeapulco en el recientemente creado complejo industrial de Ciudad Sahagún. Cuando los trabajadores le informaron del hallazgo al arqueólogo Jorge Canseco del Departamento de Monumentos Prehispánicos en 1960, Eusebio Dávalos quien entonces era el Director General del INAH, comisionó al Profesor Roberto Gallegos junto a otros dos arqueólogos para trabajar en Tepeapulco. Dijo el especialista tlaxcalteca que la Constructora de Carros, (quien por cierto fue quien construyó los vagones del metro de la ciudad de México), les prestó camioneta y se hospedaban en los departamentos de los obreros de Sahagún. Por su parte, los trabajadores de la empresa, durante sus días de descanso o tiempo libre, aportaron su mano de obra de manera gratuita para despejar escombros o hierba del basamento piramidal. La primeras opiniones que emitió este primer grupo de especialistas, es que tableros y taludes, eran teotihuacanos.
También detectaron las cuevas que pueden ser fechadas en 4 mil años antes de la era cristiana y que se localizaron en Xihuingo, un paisaje lleno de tierras desérticas, áridas y secas; aún así, hubo asentamientos humanos en diferentes momentos. Mucho tiempo después, el sitio se abandonó.
El Profesor Gallegos dijo también que los españoles trajeron a México al pirú, un árbol peruano que se sembró en las rutas de los conventos y que en el claustro hay piedras talladas, por manos indígenas. Dijo finalmente, la personalidad que alguna vez fuera director de la Zona Arqueológica de Teotihuacán, que el Instituto de Antropología no es propietario del patrimonio sino el guardián legal.
A pregunta expresa del nutrido auditorio, el arqueólogo Gallegos contestó que el deterioro de la pirámide se debe a los factores intemperizantes, lluvia, sol y otros pero que no hubo saqueo, ni destrucción en Xihuingo.
La siguiente expositora fue la Doctora Carmen Lorenzo quien en 1990 comenzó a trabajar con el registro de grafica rupestre, tanto en Xihuingo como en San Miguel de Allende, ambas comunidades pertenecientes al mismo municipio de Tepeapulco. La Doctora Lorenzo explicó que la Grafica Rupestre contiene una fuerte carga mágico- religiosa en sus simbolismos.
Respecto a la temporalidad dijo que algunos son del posclásico y que existen también petrograbados en la zona. La gráfica es en blanco y rojo, delineada con pincel delgado o también hacían impresión con los dedos. Dijo que se requiere de un registro detallado y que hay diferentes tipos y que en muchos, existe una asociación de flora y fauna. Su Interpretación indica identidad y pertenencia de grupo, hay escenas de cacería del venado, conejo y aves, o también de deidades. Dice la Doctora que una gráfica no se puede estudiar de manera aislada y que se debe pensar en la comparación. Dijo que en el territorio del actual estado de Hidalgo, vivieron los otomíes y los chichimecas y que a estos se les identifica por el arco, la flecha y el horno para cocción de alimentos. Los grafismos de color rojo son chichimecas y los de color blanco son otomíes.
Concluyó diciendo que la ley del INAH, (Ley Federal de Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos), no hace mención a este tipo de patrimonio.
Siguieron la Doctores Teresa García e Ignacio Rodríguez de la Coordinación Nacional de Arqueología quienes mostraron fotos muy antiguas de la región. Dijeron que Tepeapulco era muy importante en la época prehispánica por que era el inicio de la ruta del golfo. La división del trabajo permitió la creación de centros urbanos de cierta relevancia. Tepeapulco era por ejemplo, transformador de obsidiana debido a sus talleres especializados.
Explicaron que cuando ellos eran estudiantes, el Materialismo Histórico era la corriente que imperaba en la ENAH. Ellos eran tres muchachos (junto a Fernando López) que tomaron el Taller de Discusión con Eduardo Matos, Moctezuma.
Tepeapulco formaba parte del gran proyecto Tula y por eso hicieron varios recorridos en la zona.
Para el año 1074 los toltecas tenían mayor expansión militar que los teotihuacanos. Tenayuca fue la primera capital de Xólotl y Quinantzin uno de sus descendientes.
Ambos en su disertación, subrayaron que Tepeapulco necesita un gran proyecto de investigación que incluya a epigrafistas y otros especialistas, sugirieron que para eso la Federación, el Gobierno del Estado y la Presidencia deben aportar los recursos necesarios
En su turno, la Doctora Rosalba Nieto Calleja habló sobre la antigua Ciudad Provincial de Tepeapulco, dijo que la zona arqueológica contaba ya con custodios del INAH para 1978. Se habló del periodo de cuando el Doctor Román Piña Chan era Director General del Instituto.
En la temporada en que la Doctora Nieto trabajó, registraron algunas estructuras con la ayuda de alumnos de la Escuela Nacional de Antropología e Historia que entonces hacían sus prácticas profesionales. Se hicieron 19 pozos estadísticos y se determinó el crecimiento urbano que llegó a tener 1.06 kilómetros cuadrados de extensión.
Al final la Doctora Nieto dio un dato sumamente interesante: Al 15 de marzo del presente año, el INAH tiene registrados 43, 650 sitios con presencia arqueológica.
Después intervino el Arqueólogo Carlos Hernández, investigador del Centro INAH Hidalgo y él único de los ponentes que es de casa. Habló de la fecha y de cómo se descubrió la Pirámide del Tecolote, dijo que en la segunda temporada se descubrieron entierros, aztecas y que el basamento tiene un talud que sostiene un gran tablero. La fachada mira hacia el poniente, tiene una escalinata delimitada con alfardas.
El monumento consta de dos épocas constructivas, de las cuales al finalizar la fase Metepec, la ultima de la cultura teotihuacana, se restauró la más moderna, pero que nunca fue reconstruida en su totalidad.
Comentó que el señor Emigdio Arroyo entonces director del Centro INAH, lo comisionó en 1997 para encabezar los trabajos de reconstrucción y mantenimiento en la zona arqueológica. Entre otros valiosos datos que le arrojó su pesquisa, tenemos el hallazgo de un TEPETLACALLI, o caja de piedra en cuyo interior se encontraban varias cuentas de piedra y la hoja de un cuchillo de sílex de 16 cm. de largo, lo que seguramente sería una ofrenda a la construcción del monumento.
El equipo del Arqueólogo Reyes excavó un túnel donde se encontró un piso cubierto de estuco pintado de negro. Para estos trabajos se contrató a gente del poblado de Bojay, porque ellos habían trabajado en la zona arqueológica de Tula y tenían la experiencia necesaria al respecto. Culminó el Arqueólogo con la idea de que Xihuingo no tiene influencia teotihuacana, sino que en realidad es un sitio teotihuacano.
El tema del Doctor Sergio Sánchez sobre arqueoastronomía fue muy interesante. Explicó a la concurrencia que Xihuingo significa “El lugar del año”, por lo que no cabe duda que fue un observatorio astronómico. Se construyó en un valle cerrado por motivos estratégicos y era un lugar sagrado.
La arqueoastronomía es un estudio multidisciplinario en el cual participan la astronomía, la arqueología, las matemáticas, la etnohistoria, la etnografía, la lingüística y la iconografía entre otras. La cosmovisión y arquitectura prehispánica tenían fuertes influencias de los fenómenos naturales cíclicos y de algunos cuerpos celestes como el sol y la luna de los que para tener registros confiables, se construyeron ex profeso, algunos observatorios como el de Xihuingo con el que perfeccionaron su sistema calendárico. La metodología del doctor Sánchez fue hacer un registro fotográfico digital durante un año para estudiar el comportamiento del sol respecto a ciertos elementos naturales y artificiales, es decir el calendario de horizonte. Entre las deducciones que presentó el Doctor Sánchez, es la suposición de que el basamento piramidal probablemente se construyó en invierno. En otras palabras, el edificio prehispánico es solsticial.
Enfatizó que los teotihuacanos podían medir el tiempo por la regularidad que tiene éste mismo, tenían un sistema de comunicación avanzado como lo indican las 42 cruces punteadas y los 200 petroglifos encontrados que tienen dibujados espirales y símbolos de movimiento entre otros. Respecto a los petrograbados dijo que se usaban como marcadores, se han registrado en total, 46.
Concluyó con que en el Cerro de Xihuingo hay unas pinturas con las que se podía establecer las condiciones del medio ambiente.
Con esta gran experiencia académica, se recuerda a los primeros años de exploración, su continuidad y estado actual de este tan importante sitio arqueológico, a su primer ciclo de temporalidad.
La forma gráfica de este devenir calendárico, es el Ome Ácatl que significa “Dos cañas” se representa con un atado de 52 años. Es decir, el ciclo antiguo de medición del tiempo.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 comentarios:
La " X " suena a " shi ' entonces XIHUINGO SONARA SHI-HUINGO ?..
La " X " suena a " shi ' entonces XIHUINGO SONARA SHI-HUINGO ?..
Publicar un comentario