HOMENAJE A VIEJOS PELOTEROS DEL BEISBOL HIDALGUENSE

Cubitos, uno de los barrios más antiguos de la ciudad de Pachuca, siempre se ha distinguido por sus entusiastas iniciativas urbanas que, tratando de ser objetivo, son las más destacadas y reconocidas y que debieran ser consideradas de una buena vez, como tradiciones citadinas, ejemplos: el Vía Crucis, los desfiles del día del niño, los festivales para madres y las nacionalmente conocidas luminarias de año nuevo, en el cerro de Cubitos, entre otras. De todo eso y más, ya hemos hablado anteriormente.

Me quiero referir ahora al rey de los deportes y sus practicantes, Es sabido que el béisbol es el deporte más emocionante que existe, es una de mis pasiones y he tenido el privilegio de asistir a algunos juegos de Ligas Mayores; definitivamente es una experiencia inigualable.

En Hidalgo y en Pachuca, han existido equipos muy célebres y jugadores muy entregados, dignos de todo reconocimiento, mismo que obtuvieron con toda justicia este 22 de abril en el icónico parque de béisbol Corona del Rosal: se trató de un merecido homenaje, realizado no por las autoridades gubernamentales deportivas como era de esperarse, sino por la misma gente beisbolera y por eso me gustó mucho y aplaudo con toda mi admiración este enorme detalle.

Los homenajeados fueron: Silvestre Monzalvo, Daniel Ávila (jugador de varios equipos y que en su faceta de manager ganó cuatro campeonatos), Gonzalo Chavez, Fermín Becerra, Héctor Juárez, Guillermo Juárez, Francisco López, Rosendo Martínez, Fortino Hernández, Jesús Solís, y Rigoberto Henkel. Todos ellos recibieron un hermoso reconocimiento impreso-.

También se brindó un minuto de aplausos a catorce peloteros muy famosos que ya se adelantaron como Guadalupe Alcántara, el inolvidable Hugo Juárez  (mucho más joven que yo, llegó a ser presidente de la liga e impartió clínicas y cursos para niños) y, el famosísimo y simpático Guillermo Cruz, el “Oaxaco”.

Este homenaje de la pelota caliente contó con la presencia de invitados especiales y fue organizado por Pascual Díaz, Rodolfo Corona y el presidente de la Liga Roberto Trejo.

Y para rematar un día tan sensible, hubo un encuentro entre las novenas de Tlalnepantla contra una selección o combinado de equipos de la colonia Obrera y Cubitos. El juego terminó con una paliza que le propinaron los equiperos de casa a los visitantes, ¡10 carreras contra dos! Como todo juego del rey de los deportes, fue cardiaco con grandes jugadas, atrapadones y garrotazos. Reconozco que no me sentí tan bien cuando vi que Pachuca le ganaba tan fácilmente al equipo del Estado de México, pues en realidad estoy acostumbrado a ver perder a mis equipos. No sé si aquellos se dejaron ganar para tributar a los homenajeados, lo cierto es que tenían un cátcher pésimo.

Todos esos señorones son mis ídolos, no acaso por su paso por la vida deportiva, sino porque Dios los ha dejado vivir hasta ahora, -aún con los estragos y enfermedades que el tiempo obsequioso, regala, aunque uno no lo pida-. Los admiro porque yo no creo llegar a tanto, ni mucho menos a esa edad. ¡Felicidades a todos!