22 de febrero de 2018

HISTORIA DE LAS CONQUISTAS LABORALES DEL INAH Y SU ACTUALIDAD

Yo creo que el conocimiento sobre el pasado se puede compartir o incluso enriquecer y muy acaso, perfeccionar; eso pasa mucho con la historia, ciencia que se basa en fuentes informativas que a veces se maquillan para bien o para mal y se vuelve  el gran reto y trabajo del historiador: No permitir que el polvo del olvido cubra hechos significativos o que se deformen de acuerdo a una visión acomodaticia. Lo que sí es más difícil de transmitir, son las emociones, los sentimientos, la pasión y el contexto de esas vivencias.

Es por eso que es muy agradecible que el día de hoy estuvieron en un taller organizado por el Comité Ejecutivo de la Sección Hidalgo del Sindicato Nacional Democrático de Trabajadores de la Secretaría de Cultura, (El curso se llamó “Historia y actualidad de las conquistas laborales en el INAH”), dos paladines de la lucha sindical, forjadores de algún modo de lo que se tiene ahora, que para nada es menor. El Instituto Nacional de Antropología e Historia es referente a nivel Latinoamérica, por su ideología vanguardista, que lo ha llevado a destacar por sus conquistas laborales. Pero ser progresista no es tan fácil, hay que estudiar, debatir, intercambiar, aprender, sufrir  y amar la materia de trabajo. Cuando se hace un daño al patrimonio cultural, se lo hacen a la identidad del pueblo de México y nosotros nos lo tomamos como personal.

Ya por libros o documentales, conocemos la grandeza y diversidad de los bienes patrimoniales de México, pero cuando se visita un museo o una zona arqueológica, y que uno sabe todo lo complejo y plural que significa mostrar un acervo tan importante al público, se prende la conciencia irremediablemente, de orgullo y se vuelve una razón filosófica más para agradecer a Dios tantas oportunidades. Se pone uno la capa de super héroe para defender lo que manos mexicanas hicieron y que ahora nos toca a nosotros defender.
Trabajar definitivamente es una bendición, pero trabajar para preservar la memoria de MEXICO, es todo un privilegio. Un honor.

Este curso taller, fue pensado como una estrategia ideológica, para concientizar a los trabajadores de nuevo ingreso, (algunos de ellos entraron sólo por la fortuna de un apellido), para dar a entender que las conquistas laborables de las que ahora se goza, son fruto de un muy arduo y penoso trabajo, que algunos idealistas soñaron y que lograron, otros más las consolidaron y  a otras generaciones contemporáneas corresponde respetar y mantener, pero no como una dadiva o entrega política, sino como corresponde a un trabajo especializado y con amor. Es lo que se llamó en algún momento sudar la camiseta, pero no únicamente por dinero, sino por convicción, por gusto diría yo. Mi frase que todo mundo conoce, es: “Si yo fuera rico, haría todo esto gratis”.

Fue una jornada muy didáctica y afable. Como expositores contamos con el arquitecto Stanislao Labra, icono del sindicalismo mexicano, con 51 años de servicio, precursor y co-fundador de lo que fue la celebérrima D III 24. Labra nos dio datos, fechas, nombres y hasta nos mostró los primeros documentos obtenidos de las autoridades en turno. Él y un grupo de entusiastas lograron todo lo que tenemos ahora: Las Condiciones Generales de Trabajo (Digamos la constitución laboral), el Convenio de Prestaciones Socio-económicas, el reconocimiento de que el trabajador del INAH es un técnico, es decir un especialista. Fue un lujo escucharlo. Un actor viviente de la represión gubernamental del 68 y del 71. Muchos de sus amigos y conocidos fueron acribillados por las balas de la intolerancia ideológica del Estado, mejor, del gobierno.


Antes de Labra, estuvo el muy admirado Mtro. Francisco Galván, que sabe de todo, casi ha estado en todo y lo cuenta de una manera muy entretenida. Paco colaboró conmigo como instructor de diferentes cursos que organicé cuando fui representante nacional del grupo de Profesionistas en Gestión del Patrimonio Cultural, del cual, él de hecho, fue impulsor del puesto que tiene la finalidad de ubicar a trabajadores con formación académica, incluso los que cuentan con posgrado. Inteligente, motivador y propositivo.
Entre los temas tratados, a pesar del poco tiempo, estuvieron: Antecedentes de las relaciones laborales del INAH en la Ley Orgánica 1938/1939 y la apertura democrática. La democratización de los trabajadores del INAH y sus Condiciones Generales de Trabajo. La consolidación de la democracia del INAH, convenio de equiparación salarial y sus prestaciones. Los trabajadores del INAH frente al cambio de modelo de desarrollo nacional, el neoliberalismo 1982/2000.Golpe de timón y ruptura histórica del binomio educación y cultura, la Secretaría de Cultura 2001-2015.

Pero no sólo estuvo la parte de recuperación histórica y su contraste con la actualidad, también nos acompañó el Ing. Erik Yatzgar Chew, del Sindicato de Telefonistas e integrante de Frente Amplio Social Unitario, que reúne a los sindicatos democráticos de México y que aparte de que nos hizo una revisión ( y yo diría que hasta una corrección histórica), nos invitó para que este sábado 24 de febrero, participemos en un taller sobre equidad de género en el ámbito laboral, la cita es a las 9:00 horas en el local del sindicato de telefonistas, aquí en Pachuca, que se encuentra en la calle de Abasolo, casi esquina con Guzmán Mayer.

Para redondear este gran día y como si no hubiese sido suficiente, el gran  Ernesto López Ortega, un extraordinario poeta y cantante de trova, de esa que ya no se ve ni se oye, pero que hace muchos años, era casi la única forma de expresión de la juventud, (junto, quizá con los grafitis, que creo, en este tiempo comenzaron). Ernesto nos deleitó con sus poemas y canciones, nuestro artista ha  participado con connotados intérpretes, (entre ellos, fue guitarrista de Óscar Chávez). Hoy tuvimos el privilegio de escuchar su poesía crítica y sus hermosas canciones. Ernesto acostumbra recitar una poesía y luego cantar una canción. 

Al final de todo esto, hubo una taquiza deliciosa, chicharrón en salsa verde, huevo con nopales, papas con chorizo y frijoles.
Felicito a mi comité, a mi secretario y a todos los trabajadores que creemos en los modelos democráticos y progresistas.
No sé a quién se le ocurrió esa frase, que gráficamente se representa con el puño izquierdo levantado, pero me gusta mucho:

¡UNIDOS Y ORGANIZADOS VENCEREMOS!


15 de febrero de 2018

COMPOSICIONES FOTOGRÁFICAS


Para estar un poco acorde con la tecnología, -que al respecto he de confesar soy muy básico-,  traté de hacer algún comparativo fotográfico con imágenes que tienen alguna relación entre sí.
En tal virtud traté de aprovechar la inmensa  y al parecer infinita cantidad de fotos que existen  sobre  Los Beatles, lo que permite jugar con muchos temas.  Aquí por ejemplo, hay dos  fotos muy parecidas (son fotos originales, no implican Photoshop):

El orden de la pose es igual y lo que cambia es el peinado y que en la segunda imagen George, no sonríe. Eran fotos publicitarias que se llevan más de tres años entre una y otra.
El horario actual de transmisión del programa es la a las 13:00 horas.

En esta otra, están Los Beatles en diferentes años y cada quien por su lado, con un gato. Existe otra en donde cada uno de Los Beatles toca la batería en diferentes momentos, hay que recordar que el titular de este complejo instrumento era Ringo.

Esta comparación también es interesante, se trata de John y Yoko, bailando en la calle y con cierto público casual, una de ellas es en un aeropuerto.

La cantidad de fotos que he reunido, es tal, que permite buscar imágenes para memes y otros usos. Yo he hecho por ejemplo, un collage con temas navideños, y otro con fotos que tienen alguna relación con México, con los hijos, con las esposas, entre muchos más.  Las fotos las ensamblo con Publisher  que es una herramienta de lo más sencillo de utilizar y a la que se le puede sacar mucho provecho.

Dentro del aspecto cultural, enfatizo esta imagen conformada por los cuatro Colegios de Propaganda Fide que hubo en el Virreinato, hubo otros dos pero son posteriores a la dominación española (Jalapa y Zapopan). Estos fueron unos institutos evangélicos donde se formaban  (física, espiritual y académicamente a novicios o religiosos profesos),  para misioneros. Las fotografías fueron tomadas por el que esto escribe y es muy descatable la fotografía de Pachuca, porque la tomé el único día privilegiado donde retiraron todos los vehículos para un acto político. Los otros conventos franciscanos donde se asentaron los colegios faltantes, son Querétaro, Zacatecas y Ciudad de México. Cabe apuntar que estos colegios fueron fundados por los llamados franciscanos observantes en tanto que el de Pachuca fue erigido por la familia de franciscanos descalzos.

Las siguientes composiciones son muy interesantes, porque muestran los edificios prehispánicos y coloniales, que están bajo custodia directa del Instituto Nacional de Antropología e Historia, delegación Hidalgo.
En los basamentos precolombinos vemos a la zona arqueológica de Pahñú un sito que se localiza en la comunidad de La Mesilla, Municipio de Tecozautla en donde se asentó un pueblo emparentado con culturas del Bajío. Huapalcalco se encuentra al sur del municipio de Tulancingo, y se dice que es uno de los sitios poblados más antiguos de América pues posee pinturas rupestres fechadas hace 13 mil años y es el sitio con ocupación humana más antiguo de toda la entidad. Se cree que de aquí partió Quetzalcóatl para fundar la ciudad- imperio de Tula. Xihuingo que se encuentra en el importante municipio de Tepeapulco y fue un observatorio teotihuacano. Finalmente Tula, que está considerada como una de las diez zonas arqueológicas más importantes de México.  Esto en cuanto a sitios abiertos al público, porque existe una infinidad de vestigios prehispánicos en todo el estado.

En cuanto a los monumentos históricos, Actopan en uno de los conventos más grandes y hermosos del país, y cuenta con pintura mural única, su capilla abierta es la más impresionante de México. Epazoyucan ostenta pintura policromada de rara belleza inigualable. Pachuca con su capilla de retablo barroco singularísima y Tepeapulco, donde parcialmente vivió y escribió el poliglota y erudito fray Bernardino de Sahagún su monumental Historia General de las cosas de la Nueva España, Sahagún está considerado como el primer antropólogo de América.


10 de febrero de 2018

ENERGÍA ENAMORADA

Llegó mi turno para mudar de vecindario, se acabó el contrato, pero antes de dejar mi vieja casa, revisé algunos sitios de ella, por si olvidaba algo. Luego recordé que no tenía maleta para llevar nada y desistí de acto tan inútil. Busqué, miré y de pronto vi ese cuartito que está en la parte de atrás y que no sé si por nostalgia o pereza, nunca destruí, me dieron ganas de entrar, aunque tenía un viejo candado que puse un día que estaba en mi sano juicio. Rompí mis propias reglas y en un arrebato, entré. 
Encontré el lugar sombrío, olvidado como era la intención. Entre polvo y telarañas, todavía pude ver ese librito de la vanidad, lo tomé en las manos y se deshizo de viejo, -eso quiero pensar, no creo que lo haya destruido yo a propósito-. Ya no recuerdo, mi mente dejó de cooperar conmigo desde hace mucho. No me perdona muchas cosas. Es tan egoísta y rencorosa.

En una pared colgaba un cuadro singularmente bello, se llamaba Oración de la Mañana. Lo leí y me atrapó, pero como mi mente aún no se desenojaba conmigo, entendí que eso no es una oración, o si lo es, debería cambiársele el nombre, creo que debería llamarse “Pliego petitorio”, con emplazamiento a huelga, pues en todo el discurso amable y hasta sincero, sólo se le piden cosas a Dios: Fuerzas para seguir, entendimiento para el buen camino, aceptación para lo irremediable y en fin una serie de solicitudes a lo mejor sentidas pero muy ególatras. De hecho, creo que el Padre Nuestro no es una alabanza, son las siete peticiones que tiene cualquier humano cobarde. Sin embargo es la única oración que me sé y por eso la recito a veces. Pedir fuerzas a Dios significa que uno es un holgazán o un incapacitado y queremos que otro haga el trabajo que nos corresponde. Es irresponsable.

Creo que orar, para mí, significa reflexionar, evaluar, entender, aceptar, y sobre todo, AGRADECER, yo todas las mañanas pasó a mi iglesia de San Francisco, antes de registrar mi entrada laboral, y casi nunca pido. Agradezco, lleno de vergüenza, por las cosas buenas que tengo y a lo mejor no merezco. Es verdad lo reconozco, a Dios le he pedido amor, eso sí, y a veces mucho. Porque yo se lo doy, en realidad y con ese atrevimiento inconsciente que me caracteriza, le pido por los seres que amo, antes le pedía mucho perdón, pero ahora ya no. Sé que no merezco clemencia alguna y prefiero ser más inteligente y no perder el tiempo que además es muy poco, para pedir misericordia. Ya me sentiré mejor cuando pague mis errores, debilidades y pecados. Al fin soy humano y mortal. A Dios le ofrezco mi felicidad infinita, mi sufrimiento limitado y todo mi amor. No más.

Lo que sí hago es agradecer y tratar de sonreír a la gente, de no ser tan deshumano, de no ser un maldito protagonista, de dejarme llevar por el viento suave, soy una hoja de árbol más. Un pasajero de las escaleras eléctricas que se forma disciplinadamente para bajar.
Ayer que venía de la ciudad de México a la que fui para hacerme un estudio médico, - en realidad, todo eso lo hago para que no me estén diciendo de cosas porque no me atiendo-, vi que en la carretera había miles de autos, y pensé: “Los que vamos en esta dirección, acaso vamos a cumplir con nuestro destino, casi todos con ansiedad, porque estamos cansados. Metafóricamente vamos a la muerte, en tanto, los que vienen en dirección opuesta, van al nacer, a enfrentar la vida y luego tomarán el camino de regreso, es decir, a la nada. ¿De eso tan simple se trata la vida? “

Y mientras estaba dentro de ese aparato tecno-médico, -que me dijeron iba a durar veinte minutos la sesión sin que yo me pudiera mover-, para no asesinar a mi mente que habita en esta casa ya deteriorada por varios temblores, y para tener una idea aproximada de cuanto son esos veinte minutos de tortura, me puse a cantar completo el álbum Abbey Road, dura 47.15 segundos, o sea que cantando el lado A y parte del B, pronto saldría de eso. Así lo hice. ¡Gracias Beatles, recordar cosas bellas en momentos difíciles, no resuelven, pero ayudar a mitigar! La que me costó trabajo y que creo omití tiempo, es la de “I want you”. Las demás canciones, creo que mentalmente, las canté completas.

Poco después de eso, en un gran centro comercial (creo que es  el más grande que he visto hasta ahora), donde fluyen miles de corazones palpitantes, ideas, miedo, sangre, inconciencia, dinero, vanidad, juventud, vejez y por supuesto cientos de chicas guapas que nomás de verlas, no crees que esto tenga fin, pero que en realidad son un refrigerio, una ayudadita a bien morir. Un maquillaje mental nunca fue un estorbo. Siempre he pensado que la mujer es el azúcar del café. Uno ve con envidia, con sorpresa, lo maravilloso e injusto que es la vida. A veces el don de la reflexión es un castigo. Causa mucha impotencia ver tantas y tantas cosas: Personas que simplemente son felices y otros que nos atormentamos por no saber cuántas gotas tiene el mar, en lugar de ser felices. (Es como querer soplar aire en la cara con un abanico dentro de un cuarto caluroso, cuando en la calle hay mucho aire fresco y divertido que alegre nos espera) ¡Y vaya que me sobran motivos para ser feliz!  Hasta mis enfermedades y carencias son una fuente de felicidad, si les encuentra uno el sentido y el porqué.

En fin, creo que todo es un reto de Dios, para no aburrirnos y para alcanzar algún grado de conciencia, porque yo creo que es eso, y no la bondad del todo, lo que nos lleva a Él.
En ese centro comercial, como siempre, me puse a pensar: Las estrellas son infinitas, no se pueden ni calcular, y el físico que aventure una cifra, es simplemente un merolico. Lo que sí existe, pero que tampoco nadie lo puede saber, (es decir una cantidad límite al menos hasta el día de hoy), es ¿cuantas piezas dentales existirán en las bocas de las personas? Para eso sí hay un número. Eso pensé cuando una chica sonrió y mostró parte de su estructura ósea dental. No se puede saber,  pero al menos soy el único que piensa en esas bobadas. Yo siempre pienso en las cosas más simples de la vida y me asombran por su complejidad.

Seguí buscando en ese cuarto de trebejos, que honestamente olía mal y de pronto encontré un ente medio escondido, lamiéndose las heridas como un perro que no tiene para pagar a un veterinario, un órgano vivo, que palpitaba, confieso que curioso me acerqué. Esa cosa antiestética  ya estaba muy débil y muy vieja, sin maquillaje, con muy poco pelo delgado y canoso y sin dientes,  aun así me miró y me sonrió. Me coqueteó el maldito con esa sonrisa de moribundo que nadie puede soslayar. ¡Chantajista! Y por primera vez en mi vida y sin lástima, le dije: “Hola amigo” Después cambió su sonrisa conciliatoria y lloró, me abrazó. Yo voltee a mirar  al cuadro de las oraciones, esa de la Oración de la Mañana, porque no quería que me viera llorar, ni quería que me dijera “papá”. Yo era un orgulloso hasta ese día. De todos modos le pedí perdón y luego cantamos algunas canciones juntos. ¡La pasamos bien! Era nuestra despedida. Era mi corazón.

Preguntas hay, respuestas no, a veces es al revés. Eso es la vida y es compleja, pero vale la pena llegar hasta el último segundo. No soy polvo enamorado, sólo soy, una breve, y acaso, no una bonita energía enamorada, de color azul. Pero soy.