26 de marzo de 2009

LA MUJER EN SU INMENSA DIVERSIDAD, ES UN MISTERIO PARA EL HOMBRE

La mujer en su inmensa diversidad, es un misterio para el hombre. Pero lo es más, aún, para seres desarmados como yo.

Fabiola es todavía una exageración de esas misteriosas o enigmáticas mujeres endulzadas que disfrutan su vida allá arriba. Me ha descompuesto las pocas ideas que creí tener ordenadas. ¿Me preocupa? Sí, y bastante. Aunque tampoco hay mucho que hacer al respecto.

Desde entonces ya di por entendido que mi boca nunca conocerá el sabor irreal de esa inexplorada hembra azucarada. Sin nadie, me resigno y me deleito yo solo, (como si me hiciera cosquillas yo mismo en el pie), lo hago en mi mansa tarea diaria de acariciar, besuquear, abrazar, enamorar, lamer, atrapar, conquistar, jugar y convencer a la resbaladiza, frívola y casquivana, luz de luna, -que además es lo más parecido que encontré a Fabiola en este universo y de la que ni siquiera puedo decir que esa luz sea mi novia o mi amiga-, lo digo apoyado en mi único bastón que no suelto por nada: mi celosa red de pescador que ahora agito enamorado con emoción indescriptible afuera en la noche; mientras todos están riendo y bailando adentro en la fiesta. La ondeo perturbado y fuera de mi, con fuerza y coraje pero con una esperanza dulce, la sacudo maniático desde mi barca de locura que navega perdida en medio de la calle vacía, entre olas fuertes de desencanto, en un violento mar de absoluta soledad y en medio de una terrible tormenta donde no hay nada ni nadie, sólo mi imaginación y ella.

Arrojo otra vez mi amada red al piso de la calle, esperando tener suerte en esta ocasión irrepetible. Pero la luz de luna se mueve lenta y a veces muy rápido en todas direcciones y juguetea con el loco que la ama y luego se encubre soberbia. Recojo mi red y la veo vacía, entonces busco a la luz de la luna en los árboles y en las sombras que ellos generan. La busco en los escondites más inverosímiles y en el pelo de las mujeres. La busco mientras dura el efecto de las copas y mientras dura la noche, pues al amanecer las escurridizas radiaciones de la coqueta luna desaparecen como los fantasmas de mis sueños delirantes. Si eso pasa, entonces habrá que esperar a que obscurezca de nuevo. Descubrí eso y lo acepto, diría yo que hasta me gusta el desprecio. Eso a mi corazón demente le parece… amor. Lo que pasa es que es lo único bello que he tenido. No he tenido más y es lo más bonito que Dios me ha dado: Buscar amor.

A esa enigmática mujer la he buscado en todas partes incluso en mi propio corazón, pensando que tal vez ahí ha estado siempre y que es su escondite favorito, y que a lo mejor todo ha sido sólo una broma ridícula que me hacen los de arriba para divertirse; me refiero a este desencuentro sobre mi incontenible amor que siento por ella y que nunca pude acertar en su corazón, a pesar de los rayos de la tempestad que alumbran por instantes la obscuridad de la insensatez.

Pero el estúpido y frágil títere de mi corazón ya se cansó de este numerito y rutina, pues lo hace a diario y sin paga, si bien levanté a ese flojo a patadas una vez más, pues el espectáculo todavía no ha terminado. No ha terminado con un final feliz. Y tenemos que trabajar para eso. Le dije “Ocúpate títere. Hazlo por mí”. “Pues quiero vivir”. “Dicen que sin amor no se vive”. Aunque si eso significa vivir, yo vivo por que la amo.

Algún otro loco que vive con estas depresiones parecidas a la mías, diría sin fortuna, que simplemente es la realidad. Algo distinto a los sueños. Pero yo no necesito analizar el origen o causas del desamor. Sólo sé que no he podido engañar a nadie por mucho tiempo. Cuando al fin las incautas niñas horrorizadas ven al Frankestein sin lentes y roncando en el silencio del no deseado suspiro y en el desventurado aislamiento de un fugado del manicomio, se van sin hacer ruido, cargan un veliz lleno de asco y arrepentimiento que tiran en el primer bote de basura que encuentren a su paso, como si el pobre bote de basura tuviera alguna culpa.

Dejan atrás, al perdedor disfrazado de hombre o intento de él. Muchas se han sumado a este rencor histórico. Y siendo optimista podría decir: ¡y las que faltan! Pero creo que mis años ya no me permitirán lastimar a nadie más. Eso no lo sé. Aunque lo deseo y lo digo dormido, pues alguna bella debe mirar hacia abajo, es el destino. En la coladera todos los seres como yo, que vivimos abajo, nos movemos y sonreímos a todas las chicas que pasan, nos agitamos como presos de una cárcel que buscan a un abogado honesto. Pero muy pocos tienen suerte. Yo todavía no.

En mi absoluta tristeza, me salen canas de la cabeza en lugar de ideas y alcohol de los ojos en lugar de lágrimas. Muchos sollozos son sinceros. Otros son todavía, más que sinceros.

Aún dentro de toda esta injusticia: (pues creo que yo no merecía escribir esto, y tu no merecías leerlo), parece que la antítesis del héroe, merece un lugar especial en la galería de villanos. Sin personas como yo, el bueno no sobresaldría tanto. Es necesario el personaje malo en la película, para darle cierto sabor y romper la monotonía de lo perfecto. Así que los buenos me deben tanto a mí, pero jamás notarán las lágrimas que se ocultan tras mi maquillaje de lobo, (o lentes negros ya muy rayados). No sólo las víctimas lloran, algunas veces yo también lo intento y no me cuesta trabajo. A pesar de que el egoísmo reclama lo suyo. Contra el dolor casi nadie puede ganar. Yo ya perdí las esperanzas de ganarle. Dijo el director de la telenovela que yo no debo llorar, no en cuadro. Aunque yo no creo en las telenovelas.

Y si vieran ustedes nobles y bellas personas que nunca han pecado y que pierden el tiempo en esta lectura, que aquí abajo en la coladera se vive tan bien. Bueno, tampoco hay otra opción. En estas cochambrosas paredes que atesoran y coleccionan los desechos de las personas buenas, en estos muros que son negros, sucios, mal olientes y obscuros, hay disimuladas y escondidas pequeñas sonrisas, casi o muy parecidas a las de la gente que vive arriba. Uno se acostumbra a convivir con las ratas peludas e inmundas que son las fieles compañeras que viven aquí, son las grandes y únicas vecinas. Las queridas ratas que hacen ruido y que uno aprendió a perderles el miedo; a veces parecen veloces caballos que corren libres en el extenso prado, llevando en sus desaseadas espaldas los sueños de muchos que son como yo. Pues tampoco pretendo ser el único desvelado que sufre el desprecio del mundo, mi vanidad y orgullo no llegan a tanto. Todavía no.

Enigmática, ya entendí el mensaje, pero no me pidas que nunca vuelva a intentar bajar una estrella con mi mano sucia, ni interrumpir el amor de dos bellos. Eso no está en mi, o al menos no en mi voluntad, es una necesidad del pasado, que yo malamente represento.

Y dejar huella, entender la vida, provocar una sonrisa, buscar una mirada, luchar por un pensamiento (de alguien hacía uno), tener una idea, comer sabroso, reír un poco, agradecer a Dios por este rato, recordar algunos conceptos de grandes pensadores, jugar con un niño, respirar el aire, ver la inmensidad del cielo, oír música bella... Eso les toca a los que están arriba de la coladera. Sin embargo nosotros los que vivimos aquí abajo se nos antoja ser como ellos.

Ahora me duele el cuello, porque desde que conocí a una de esas mujeres enigmáticas, ya no quiero ver para abajo, me gusta mirar a los que viven arriba de la coladera y de paso mirar al cielo azul. ¡Qué hermoso es! Y las nubes blancas le dan otras tonalidades. ¡Es el otro mundo del que nos platicaron! ¡Sí existe!

Pero regresaré abajo con lo mío, no me queda otra, pero antes de dormir recordaré lo que vi hace poco: gente buena sin errores y felices. Mientras yo recapitulo el robo mental que hice a los de arriba, a la gente amiga del sol y de las flores. ¡Qué envidia tengo y de la buena!

Y pensé que no es bueno llorar tanto, pues si no llenaré la coladera de lágrimas y yo quiero morir envenenado de amor no ahogado en el desencanto. Pero es difícil no hacerlo.

Todo eso lo busqué e imploré en una mujer que vive allá arriba, afuera de la coladera.
Pero desde acá abajo no se oyen los lamentos ni los suspiros. Y con todo el respeto, temor y miedo que una cucaracha puede sentir hacia un poderoso insecticida y a mi enemigo que me va a vencer, el fumigador implacable digo:

La mujer en su inmensa diversidad es un misterio para el hombre. Pero lo es más, aún, para seres desarmados como yo.

13 de marzo de 2009

JACALA, HIDALGO


Seguimos con nuestro recorrido por la amplia, variada y bellísima geografía de nuestra entidad federativa Hidalgo; después de pernoctar en la bella ciudad de Zimapán, nos detenemos en el poblado de Jacala ubicada a hora y media del fundo minero -que ahora también es famoso por su SPA-. La carretera está llena de vegetación y comunidades muy pequeñas (una de ellas se llama Durango), pero sobre todo de maravillosas vistas inolvidables y voladeros impresionantes que hacen agitar al corazón.

La cabecera municipal, Jacala de Ledesma, en realidad no es muy grande pero al menos los miércoles que es día de plaza, el lugar es muy concurrido donde se vende casi de todo. Tiene un clima muy agradable y bocadillos deliciosos.
Jacala viene del náhuatl xacallan que significa lugar de muchas chozas. Antes de los españoles vivían aquí grupos de jonaces chichimecas que fueron evangelizados por los franciscanos de Pachuca.

El 15 de febrero de 1826, se creó la municipalidad de Jacala, formando parte del mismo municipio las regiones de Pacula, Jacala, La Misión, San José Tampochocho (hoy Pisaflores), y San Pedro Xochicoaco, las que poco a poco fueron logrando ser municipios independientes. En la época prehispánica estas localidades estaban sujetas al señorío de Meztitlán.

La guerra de Independencia, tuvo acciones militares en la Sierra Gorda en enero de 1811, a cargo de Don Ignacio Muñoz y ayudado por el párroco Joaquín Ugalde, atacaron Jacala en donde encontraron una gran resistencia encabezada por el Sargento Rafael Mancilla, en la cual diezmaron a los realistas y los desalojaron de nuestro pueblo en comento, formando la Primera Sección de Caballería llamada “Dragones de la Sierra Gorda”
.
Uno de los hechos históricos más notables no sólo para Hidalgo sino también para nuestro país tuvo lugar entonces: el Alcalde Primero, Don Gabriel Mayorga, convocó a los vecinos de Jacala a una reunión y en asamblea general, después de deliberar lo conducente, expusieron diversos puntos de vista eminentemente liberales, el 18 de febrero de 1856, se redactó un documento denominado “Acta de Jacala”, el cual contenía algunos antecedentes históricos de ciertas Leyes de Reforma, que tres años más tarde, en 1859, serían promulgadas por Don Benito Juárez en Veracruz.

Las discusiones ocuparon a la asamblea todo el día, al final del cual nombraron a Don Cayetano Castellanos y a Don Félix Rubio, para redactar el acta respectiva y como secretario a Don Ricardo Rubio.

El 24 de Junio de 1849, los sublevados Queretanos, al mando de Don Francisco Bueno atacaron la población de Jacala, encontrando una gran resistencia por parte de la Guardia Nacional la que estaba bajo el mando del Coronel Don Guadalupe Ledesma.

El 18 de Febrero de 1856, se conocen en la región los conceptos contenidos en el “Acta de Jacala” de ideas liberales, que pedía la separación de “Iglesia-Estado” y la “Libertad de Cultos.


En julio de 1861, la guarnición nacionalista de Jacala, que apoyaba al legitimo gobierno de Juárez, se encontraba parapetada en Huichapan con la Guardia Nacional de ese lugar, bajo el mando del distinguido jacalteca, Coronel Don José Guadalupe Ledesma, por el acoso de los rebeldes que apoyaban al Emperador Maximiliano.
Tras una lucha desigual que habría de durar un día completo, salen derrotados los nacionalistas habiendo caído en combate el Coronel Don José Guadalupe Ledesma, en lo que fue una de sus más memorables batallas. Por esta defensa heroica de la plaza de Huichapan, fueron nombradas la liberal Jacala y Huichapan “Hijas Predilectas de la Nación” por Decreto Juarista.

El Acta de Jacala ha sido objeto de estudio y análisis como el que hizo el profesor Raúl Guerrero y se publicó en un número del Centro de Investigaciones Históricas de Hidalgo.

Vale la pena darse una vuelta por el noroeste de nuestro estado, lleno de bellezas naturales arquitectónicas y de hechos históricos, Jacala por ejemplo aparte de sus hermosos acantilados, su bella parroquia de San Antonio que data del siglo XVIII y por supuesto su reloj que está en la carretera federal México Laredo, Jacala tiene otros puntos de interés, que la convierten en una visita bastante provechosa.

10 de marzo de 2009

CLASICO DE BEISBOL MÉXICO, 2009


Sin duda el máximo evento que se ha desarrollado en México en relación al rey de los deportes, es el Clásico Mundial de Béisbol de 2009 que se lleva a cabo en el Foro Sol de nuestra capital: la ciudad de México, D.F.

Esta es la segunda participación de la Selección mexicana de béisbol en el célebre certamen mundial. En la nueva edición 2009 del torneo, México es anfitrión del Grupo B de la primera fase, junto a las selecciones de Australia, Cuba y Sudáfrica que están jugando del 8 al 12 de marzo del presente año el aclamado Clásico beisbolero.


El Clásico Mundial de Béisbol es un torneo internacional, que ofrece como atracción principal la participación de un grupo significativo de jugadores de las Grandes Ligas de béisbol y los mejores jugadores profesionales y amateurs que se destacan en las diferentes ligas de las potencias beisboleras. No hay mejor circo con tantas luminarias que visten la casaca de su país de origen en el deporte del guante y bat, el deporte de las emociones descontroladas.

El primer evento tuvo lugar en marzo de 2006 en Estados Unidos, en donde resultó campeona la novena de Japón. La segunda edición se desarrolla en 2009, y después de esta competencia, El Clásico se va a realizar cada cuatro años.


Es el primer torneo internacional de béisbol que cuenta con la participación de jugadores de las Grandes Ligas de Estados Unidos; a diferencia de los Juegos Olímpicos, la Copa Mundial de Béisbol, Copas Intercontinentales o Juegos Regionales de este deporte, en donde han participado sobre todo jugadores universitarios, amateurs y profesionales de ligas menores estadounidenses y de las ligas asiáticas, considerados por los especialistas de un nivel inferior.

México para esta lucha internacional no pudo presentar un cuadro mejor ni superior; son puras leyendas del diamante. Aún así perdió su primer partido contra el obscuro equipo de Australia, si bien en su segundo partido al cual tuve oportunidad de asistir (en donde lanzó la primera bola el Hijo de Blue Demon), apalearon a su similar de Sudáfrica. ¡¡Bien México!!


El cuadro de super lujo anunciado por parte de la escuadra mexicana es el siguiente:

PITCHERS
Oliver Pérez - New York Mets
Jorge Campillo - Atlanta Braves
Elmer Dessens - New York Mets/Naranjeros de Hermosillo
David Cortés - Diablos Rojos del México
Luis Ignacio Ayala - Minnesota Twins
Joakim Soria - Kansas City Royals
Rafael Díaz - Saraperos de Saltillo
Dennys Reyes - Agente libre
Ricardo Rincón - Agente libre
Pablo Ortega - Tigres de Quintana Roo
Francisco Campos - Piratas de Campeche/Naranjeros de Hermosillo
Rodrigo López - Agente libre
Francisco Rodriguez - Los Angeles Angels of Anaheim (Doble A)
CATCHERS
Rod Barajas - Toronto Blue Jays
Miguel Ojeda - Diablos Rojos del México


INFIELDERS
Adrián González - San Diego Padres
Jorge Alberto Vázquez - New York Yankees (Doble A)
Jorge Cantú - Florida Marlins
Erubiel Durazo - Sultanes de Monterrey
Augie Ojeda - Arizona Diamondbacks
Edgar González - San Diego Padres/Naranjeros de Hermosillo
Óscar Robles - Diablos Rojos del México
Agustín Murillo - Sultanes de Monterrey/Yaquis de Ciudad Obregón
Freddy Sandoval - Los Angeles Angels of Anaheim
Jerry Hairston - Cincinnati Reds
OUTFIELDERS
Scott Hairston - San Diego Padres
Karim García - Lotte Giants
Alfredo Amezaga - Florida Marlins
MANAGER
Vinicio Castilla
COACHES
Fernando Valenzuela
Teodoro Higuera
Armando Reynoso
José Tolentino
Ever Magallanes
Alfonso Jiménez


El rey de los deportes que es tan apasionante y bello, no podía quedarse sin un comentario de mi parte y a mi que tanto me enamora, lo redescubro con todo mi corazón pues soy un beisbolista irrenunciable