Con esta publicidad de una óptica que se encuentra por toda la ciudad de Pachuca, tenemos un claro ejemplo de los elementos iconográficos de nuestro tiempo. A primera vista parece inconfundible la imagen del músico y compositor John Lennon. Y es que, ¿cómo puede pasar inadvertido uno de los seres humanos más influyentes del siglo XX?
Artista multifacético, filósofo, luchador político, escritor, extravagante, cineasta, pero sobre todo un humanista y defensor de la paz son algunos de los adjetivos con los que nos podemos referir al poeta del amor.
Ahora Lennon es un emblema de muchas sociedades, pues existen premios con su nombre, fundaciones, aeropuertos y calles, tan es así que aquí en México, en el poblado michoacano de Ocampo, conocido por las célebres mariposas monarca, una calle ya lleva su nombre, aparte de las ya conocidas de Madrid y San Petersburgo. Su efigie ha sido utilizada en timbres postales y también en monedas oficiales como la que emitió Inglaterra en 2010 con valor nominal de cinco libras. Además que la tecnología ha creado un proyecto de inteligencia artificial sobre John Lennon. Su nombre y figura da para mucho pues definitivamente es un hombre universal, muchas de sus canciones han sido utilizadas para comerciales de radio y televisión y su música ha sido interpretada en tantos idiomas y versiones que son difíciles de cuantificar.
John Lennon es muchas cosas: un hombre lleno de humor y sarcasmo inteligentes, un enamorado sincero de su pareja, un creador de arte, un camaleón físico. Sin embargo por lo que más se le recuerda es por su aguda óptica social, su rebeldía contra las causas injustas, su defensa por la igualdad de géneros y su amor a la humanidad. Desde luego que también se le recuerda por su sentir y pensar, por su hermosa música y poesía incomparables.
15 de noviembre de 2011
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