9 de marzo de 2013

DEBO ESTAR EQUIVOCADO: FB

Ahora que vi que un estado, post o entrada mía en Facebook, [le dicen a ésta asombrosa página despectivamente: FB, a lo mejor por economía de lenguaje, (en mi época le llamaban pereza), o por modismo], no tuvo ningún “Me gusta”, me di cuenta de la imperiosa necesidad que han generado en nosotros los creadores y desarrolladores de la tal red social. No es del todo malo esa condición, pues de alguna manera, la intención de FB, es forzar a los suscriptores que publiquen cada vez más, contenidos de calidad, interés, o de mucha imaginación. Creo, que ese es el gran aporte de la mentada red.
He visto ideas, pensamientos, sentires, composiciones, y fotomontajes de mucha creatividad e inesperada sorpresa, -aunque parezca redundante-. Hay incluso suscriptores que enseñan modales u ortografía o sugieren lecturas o forman opinión y criterio, que ya es decir y de mucho agradecer.
Sin embargo, la parte negativa de FB, es la esclavizante estadística de saber cuántos “like it” tienen nuestras opiniones o estados de ánimo. Reconozco que a través de este medio, he encontrado las mejores fotos de los Beatles que jamás imaginé, (yo que me las daba de ser el coleccionista más completo en ese renglón). Comentarios, pensamientos y hasta chistes súper creativos y divertidos, pero también he encontrado las cosas más estúpidas como: “Ya llegué a la oficina” o “Me dispongo a cenar”. Mi mente tan racional y crítica no admite, a veces, esas tendencias o modas, me parecen un insulto a la inteligencia natural del ser humano. También conjeturo y acepto, que FB como creación comercial, debe y tiene que volverse adictivo, -es su objetivo-, como en su momento lo fue Messanger. Me da mucha tristeza ver cuantos jóvenes y niños, no pueden vivir sin su teléfono y a cada segundo lo consultan. Ya olvidaron la parte verdaderamente social que es convivir con personas reales y no, virtuales.
Soy de los que creen, -porque no soy el único, o bueno, a lo mejor sí, porque no conozco a otro que piense como yo-, que esos medios, incluido el mensajero de texto del celular, imponen una moda, es decir, que ahora se debe comunicar más con menos palabras, incluso con menos letras como el ejemplo de: “K moxa soi :)”
El lenguaje tan bello se ve ahora enriquecido con símbolos y emoticones. No soy un purista porque a mí me encanta hablar con el lenguaje más florido y lépero que existe, pero no me atrevo a mancillar el diccionario, por muy adaptado que esté yo, -a fuerzas-, a la modernidad. El español es tan rico y tan vasto que a veces creo, pretendemos, desafortunadamente, reducirlo al simplismo del idioma inglés, que no le llega ni a la mitad de la belleza ni esplendor de nuestra lengua. Soy antiguo, -viejo, digamos la verdad-. También lo acepto.
Soy antiguo y también soy de la opinión firme de que debemos aprovechar los avances que la tecnología nos obsequia y si tenemos ahora correo electrónico, pues no debemos enfrascarnos en el telegrama, por citar un ejemplo. No obstante, pienso que el FB, -digo ese medio porque tengo dos cuentas en él, Twiter y otras  las desconozco-, debería quitar ese motivante, pero a veces humillante: “Me gusta” porque si no todos tenemos talento para gustar a los demás, no por eso dejamos de ser personas con cualidades.
Creo que sin eso, dejaríamos de ser como una amiga que conozco que a todo le da: “Me gusta”, probablemente por su poca capacidad crítica, o lo que es más posible, porque quiere que a sus comentarios o publicaciones, todos sus amigos respondan con otro “Me gusta”, aunque sea inconscientemente o por pura reciprocidad o agradecimiento. Eso refleja la necesidad que tenemos de aceptación y hasta admiración social. No es pernicioso, simplemente es un perfil del ser humano. No es bueno ni es malo, simplemente, es. Pero opino, que se pierde el rigor del criticismo, el que debiera ser una característica que distingue al ser humano de los otros organismos vivos.
Eso pienso yo, muy seguramente todos los chavos y gente con ideas modernas, piensan diferente a mí y eso es lo bonito, la pluralidad de ideas. Y bueno, finalmente, si yo no creyera en FB, esto no lo hubiera publicado también en este medio tan popular que absorbe tanto. Pero creo más en las personas en vivo, en la sonrisa real y no de fotografía, en la plática en vivo, y no en el chat, -que además me parece una palabra muy fea por su pronunciación-, a diferencia de la palabra, conversar..
(¡No manches, esta reflexión fue sólo porque no le dieron a mi estado publicado en FB, un pinche y maldito ”Me gusta”, vale ma…!)
(Soy víctima de un millonario, yo que soy socialista; me enteré pues vi la película del creador de FB, mientras viajaba en un camión de ADO, ¿¿o sea ves??).
Al final le di a mi comentario, un: “Me gusta”, ¡jé, jé, jé!

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