Cuando yo entré por primera vez a ese espacio sagrado que se le conoce con el nombre de cabina de radio, sólo tenía los conocimientos más elementales y
rudimentarios sobre los aspectos técnicos de ese importante medio de
comunicación. En ese tiempo nosotros los fans, veíamos a los locutores con cierto miedo, respeto e incredulidad, era toda una emoción conocerlos y de cualquier forma era fascinante verlos hablar “en persona”.
Entonces se trabajaba con dos tornamesas reproductoras del llamado acetato, es decir, los discos vinilos o gramofónicos de siete y doce pulgadas, (que se conocían con el nombre de sencillos o Larga Duración, -LP-) que se reproducían al momento y esa era la parte musical que salía al aire. Para el uso frecuente de promocionales o de algunas canciones mismas, se transfería el contenido de los discos a un formato llamado cartucho de cinta de ocho pistas (o eight-track cartridge), que era la forma común de presentar entradas, salidas o cualquier otro tipo de promocional grabado. Se ponían en una cartuchera habilitada, ¡Y eso era la magia de la radio!
Entonces se trabajaba con dos tornamesas reproductoras del llamado acetato, es decir, los discos vinilos o gramofónicos de siete y doce pulgadas, (que se conocían con el nombre de sencillos o Larga Duración, -LP-) que se reproducían al momento y esa era la parte musical que salía al aire. Para el uso frecuente de promocionales o de algunas canciones mismas, se transfería el contenido de los discos a un formato llamado cartucho de cinta de ocho pistas (o eight-track cartridge), que era la forma común de presentar entradas, salidas o cualquier otro tipo de promocional grabado. Se ponían en una cartuchera habilitada, ¡Y eso era la magia de la radio!
35 años después puede tener acceso a un cartucho original de Los
Beatles, que se llegaron a vender de manera oficial, particularmente para las
estaciones de radio, pues el usuario común tenía primero el disco vinil de 45 o
33 revoluciones por minuto; luego apareció de manera comercial el audiotape
o casete, que era muy práctico de manejar, e incluso de transportar, ambas
cintas magnetofónicas fueron desarrolladas hacia 1964, pero se popularizaron
años después y alcanzaron su cima a finales de los años setenta.
Podemos decir que estos formatos y aún otros como el DAT,
son anteriores a la sorprendentemente llamada época digital, donde la
tecnología es tan cotidiana como un día lleno de sol; en esta modernidad
resalta sobre todo el CD y el Blu Ray. Desde luego que el video o el mundo de
la película, ha tenido su propia historia seductora.
Ahora, prácticamente el cartucho es una pieza de museo. No
se puede ver en ningún lado, pero no hay que olvidar que muchas generaciones
aprendimos, disfrutamos, cantamos y bailamos en la radio con estos obsoletos
formatos analógicos.
(En la parte superior de la foto, la entrada original del
programa de radio “Concierto Beatle” en cartucho, de hace muchos años, que
ahora afortunadamente, ya tiene un respaldo digital. ¿Cuántas veces esta cinta
no habrá entrado y salido de la cartuchera, que encendía una luz, para advertir
que ya se estaba transmitiendo al aire?).
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