31 de julio de 2015

YOKO ONO: ONE WOMAN SHOW, 1960-1971


Yoko Ono -quien el pasado mes de febrero sopló con pulmones cansados a 82 velitas indefensas de un pastel-, ha sido reivindicada por el prestigioso Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), el mismo que en 1971 no le autorizó montar una muestra a la artista conceptual de origen japonés dentro de su edificio emblemático, por considerarla carente de méritos artísticos. Ante este contratiempo, Yoko Ono exhibió de todos modos, una muestra imaginaria en la acera de enfrente del célebre MoMA sin permisos de la institución, los invitados al performance al llegar al recinto museal, se dieron cuenta que la muestra existía, pero sólo en la mente. El evento se completaba con que el asistente debía perseguir moscas perfumadas por la propia autora, que teóricamente volaban alrededor.

Ahora, después de 44 años, el MoMA decidió dedicarle en sus espacios, (dentro del inmueble), una gran antología, titulada "Yoko Ono: One Woman Show, 1960-1971", la que resultó una de las más visitadas exposiciones de la temporada neoyorquina. Fue inaugurada el 17 de mayo de 2015 y estará abierta al público hasta el 7 de septiembre del mismo año, está montada en el sexto piso del tan acreditado museo. La curatoría del museo afirma que Ono es una pionera en las artes visuales, performances y música vanguardista.

A través de un recorrido cronológico y temático se pueden ver decenas de sus obras, trabajos en tejidos, con tinta china, filmes, poemas, fotos, objetos personales, discos, audios e instalaciones. El recorrido se sustenta en 125 piezas procedentes de la vasta colección Fluxus, donada al museo en 2008 por Gilbert y Lila Silverman.

La inédita y desafiante exposición del MoMA inicia con los míticos eventos e instalaciones de arte que hacía Yoko Ono en su ático ubicado en el número 112 de Chambers Street, en el centro de Manhattan. Empezaba la década de 1960 y en ese entonces estaba casada con el reconocido compositor compatriota suyo Toshi Ichiyanagi. Yoko Ono convivía con creadores como Andy Warhol, Robert Rauschenberg, Jasper Johns, la galerista Peggy Guggenheim y con algunos cantantes folk. El arquitecto y galerista George Maciunas ahí la conoció y enseguida la invitó a conformar el Grupo Fluxus, en el que ella se convirtió en una clara protagonista. En esos días también conoció al eximio escultor japonés Isamu Noguchi, entre cuyas ideas surgieron performances como "Moviendo montañas", en la que Yoko invita al espectador a sumergirse en bolsas negras y mirar cómo estas se transforman en esculturas movibles.

Los orígenes de Yoko (que en idioma nipón significa Niña del amanecer), provienen de una familia de alta alcurnia y cultura de Japón. Hija de un banquero de nombre Isoko y de una pianista clásica llamada Isuke. Desde los cuatro años estudió piano y composición y luego asistió a una de las más exclusivas escuelas católicas de Japón, en donde fue compañera de curso del entonces príncipe Akihito, futuro emperador del país. Durante la Segunda Guerra Mundial, tuvo que vivir alguna vez en un bunker y su familia tuvo que huir de Tokio. Finalizado el conflicto bélico, ingresó a estudiar Filosofía en la Universidad de Gakushin en 1951. Fue la primera mujer en acceder allí, aunque después de un año abandonó los estudios. Posteriormente, ya emigrada a los Estados Unidos se matriculó en 1953 en el Art Broklyn College, en donde conoció a gente como Allen Ginsberg y otros poetas de la generación Beat con los que se vio envuelta en la filosofía existencialista.

La exposición del MoMA ofrece piezas muy tempranas como "Lighting piece" (1955), en la que ella indica: "Prende un fósforo y mira hasta que se apague". Se revisita también a través de fotografías su famoso performance "Cut piece" (realizado en el Carnegie Recital Hall, de Nueva York en 1964), en la que Yoko, ataviada con un hermoso vestido, invita al público a tomar unas tijeras y a cortarle la ropa hasta dejarla desnuda, mientras que unos poderosos micrófonos registran el audio que es transmitido a la audiencia en un temerario y singular concierto. La gente participante, podía quedarse con el trozo de tela.

"Ceiling painting", consiste en una escalera que invita a trepar mentalmente y en cuya cima espera una lupa que ayudaba a leer la instrucción plasmada en el techo, aquí es donde el público interactúa. Yoko plantea que el espectador es quien debe completar la obra. En el piso puede verse otro objeto llamado “Pintura para ser pisada”.

La antología exhibe también su alegórica y provocadora "Media habitación" (1967), en la que todos los objetos, en tonos blancos, están reducidos a la mitad. Una variante fue “Yoko y yo” en donde el espectador debe complementar la otra mitad de acuerdo a su propia imaginación y no a capricho del expositor.

Hay una sala específica destinada a su obra musical: la que produjo con "Plastic Ono Band". Yoko decidió crear una banda que no tenía intérpretes y que podía, por tanto, trasladarse y acomodarse en cualquier lugar. Invitó a un concierto con la orquesta espiritualista; para ese espectáculo, la actitud debía ser solo mental. Pero en 1969, la banda imaginaria se materializó en los zapatos de Yoko Ono, Eric Clapton, Klaus Voormann, Alan White y John Lennon. Sus géneros fueron la psicodelia, grito primal, underground, noise y rock. Una ocasión la Plastic Ono Band, ofreció un recital, pero cuando el público llegó al auditorio, se encontró con que la banda sólo era un tocadiscos colocado en el centro del escenario, tocando, eso sí.

La muestra proyecta asimismo su faceta de cineasta de vanguardia. Realizó, -19 títulos hasta 1972- cortometrajes como "Fly" (de la cual se reproducen escenas en el MoMA y que consiste en muchas moscas caminando sobre una mujer desnuda), otros títulos que ella produjo son “Smille”, “Rape”, “Erection” y “Apotheosis”. Me parece un cine experimental bien realizado que zarandea a la cotidianidad, a veces muy aburrida.

Probablemente la obra escrita de Yoko es su capítulo menos estudiado. Su libro clave es "Grapefruit", que reúne sus instrucciones o sugerencias para hacer pintura, objetos, eventos, cine, música y poesía. El legendario volumen, en apariencia irónico y hasta delirante, -disponible en español-, consiste en un texto con dibujos y poemas sintéticos, minimalistas en los que prima una agudeza, refinamiento y sencillez en los que a veces se nota que la autora recurrió a los haiku japoneses o rimas cortas. El libro tiene más de 100 instrucciones, que deben seguirse como si fueran partituras mentales, dos ejemplos:

“Pieza de nubes”: Imagina a las nubes gotear/ Cava un hoyo en tu jardín/ Para ponerlas dentro.
"Pieza secreta": Decidir qué nota se desea tocar/ Tocarla con el siguiente acompañamiento:/ Los bosques de 5 a 8 de la mañana, en verano.

El museo dedica toda una sección a "Grapefruit", cuyo nombre es también una metáfora del cruce de las filosofías de Occidente y Oriente. Toronja es un híbrido entre el limón y la naranja.


¡Lo que hace cuatro décadas era vanguardia, ahora es retrospectiva!


En realidad, esta muestra es una selección de su obra, pues ha montado otros performances o acciones plásticas como “Las encamadas por la paz”, “Clávalo”, que consistía en una madera grande colocada en el centro de un museo y el público tenía que clavar un clavo donde mejor lo creyese conveniente y de esta forma darle vida a la obra, que crecía de acuerdo de la voluntad colectiva. En otras palabras el propósito era hacer del asistente co-creador más que sujeto a quien se dirige la obra, “Piece” tenía el mismo objetivo animista: cuando se inauguró en Kansas City, todos los invitados observaron sorprendidos cómo Yoko levantaba un fino jarrón y lo dejaba caer estallando la cerámica en pedazos, luego invitó al público a recoger un pedazo cada uno, con la promesa de reunirse dentro de diez años en el mismo lugar para armar tan peculiar rompecabezas, “Play it by trust”, era todavía más ambicioso: su plan consistía en confiar en el adversario en el juego de ajedrez, para ello ambos contrincantes debían usar piezas blancas.

Yoko dice que su arte orgánico es una parte objetual artística que evoluciona y no se eterniza estáticamente, pues “Preservar una obra es aleatorio, ya que conservarlo es destruirlo”.
Entre sus inventos resaltan la “Caja de Risa”, que era una cajita con una serie de espejos, a modo de que cuando se abría, se miraba los labios del observador. También realizó la “Caja para nada” que no tenía fondo. Ciertamente su trabajo musical no es tan evocable como su obra escultórica, pues de sus quince discos LP publicados, (sin Lennon), solamente el Seasons of Glass (Estación de cristal) ha figurado en las listas de Billboard en el puesto 89 como máximo. Se dice que “Voice piece for soprano wish tree” en realidad es un orgasmo que Yoko tuvo e interpretó ante una audiencia real, en vivo.


Una de sus acciones artísticas más irreverentes, la hizo al mismísimo MoMA, pues se le ocurrió anteponerle una “F” a la palabra “Art” a lo que ella llamó "Museum of Modern Fart", algo así como "Museo de Flatulencias Modernas".

Lo cierto, es que Yoko Ono llegó a ser tan célebre como descalificada, incomprendida y caricaturizada. Lo que no se puede negar es su originalidad y creatividad, es una gran artista conceptual, adelantada a su tiempo. Bien por el MoMA, uno de los mejores y más importantes museos del mundo, que reconsidera con toda justicia el valor de las obras artísticas de Yoko.Ya antes lo habían hecho historiadores del arte, como el influyente autor británico Simon Schama quien señaló que "Yoko Ono es una de las precursoras del arte conceptual. Y su obra la hubiera hecho igual sin John Lennon".


A mí me encanta eso de, ¡los dípteros aromatizados!






4 comentarios:

Tere dijo...

Yoko Ono, artista por derecho propio y creadora de polémica a todos niveles, no ha quitado el dedo del renglón y poco importa que tenga más de 80 años: el mundo debe de entender que el arte es colectivo y que no es necesario nacer con talento para ser parte de una obra inmortal.

Álvaro, cada día te admiro más. Gracias por estas letras.

Samuel dijo...

Sin duda su producción artística es tan polémica como su propia personalidad y su papel dentro de la mejor banda de todos los tiempos, sitio en el cual fue catapultada a la fama antes que por su incursión en el mundo artístico.
Hoy en día aún son extrañas sus ideas porque estamos acostumbrados al marco heterodoxo en que se desarrolla el arte, una pintura en un bastidor, una canción con letra-música-instrumentos, un poema en verso o prosa, etc., nuestro primer contacto con algo que se aleja de ese contexto lo consideramos anómalo porque es difícil desprendernos de los paradigmas y/o cánones sociales, inclusive en el arte. Creo que Yoko tiene y tuvo la preparación y experiencia para ser considerada artista; la exposición que se menciona en artículo le hace un reconocimiento a su obra y de forma justa, nos falta entender al público que arte conceptual no tiene como objetivo primordial ver la pintura en el cuadro sino apreciar el concepto o idea que originaría dicha pintura. Por eso creo que su obra es polémica, porque seguramente habrá tanto opiniones a favor como en contra y no reacciones generalizadas de admiración como cuando vemos al pintor de aerosoles en la banqueta flameando sus pinturas de planetas imaginarios.
Espero que los críticos no endulcen o amarguen su opinión del trabajo de Yoko con el tema :"porque se separaron los Beatles" y en mi opinión sobre su incursión en la música quisiera poder quitar los aullidos de la estupenda interpretación de Hound Dog de Lennon en el concierto de Nueva York!

Unknown dijo...

Que atinados comentarios! Muchas gracias. Coincido plenamente! Me sedujo eso de los artistas que con aerosol invitan a mundos soñados. Todos de alguna forma somos creadores. El arte a veces no se entiende, sobre todo para aquellos que viven manipulados por el sistema: Televisa-gobierno. Esa es la lucha.

JOSE CARRASCO LOZANO dijo...

Yo entiendo muy poco del fabuloso arte de la pintura, pero tal vez si entendiera yo mucho, creo que de todas maneras mis comentarios serian negativos hacia Yoko Ono, debido a que tal vez estoy predispuesto en contra de ella, pues junto con muchisima gente creo ella fue la principal culpable de la seeparacion del cuarteto, y tambien soy un convencido de que nunca hubiera tenido la fortuna de ser un personaje publico mundial, si no hubiera tenido que ver con nadie del cuarteto, la fama mundial de la que ha gozado y sigue gozando se debe casi por completo a todo lo que vivio con el cuarteto, y desde luego, especialmente con el gran genio, JOHNN LENNON.