Felicito y agradezco
enormemente, al Colegio de Trabajadores Sociales de Hidalgo por su ardua labor de
integrar y valorar el servicio profesional que brindan sus miembros a la sociedad.
La idea no consiste solamente en agruparse en un gremio por vocación, sino actualizarse,
compartir conocimientos y experiencias en este gran y complejo campo que adjetivamos
como conductas humanas. Eso de por sí ya es bello, pero también es harto
complejo: pretender conocer y corregir las relaciones entre personas, pues la
persona en sí misma, ya es materia de culto, de incógnitas y de asombro
cotidiano. No hay nada más atrevido ni soberbio que intentar conocer al ser
humano, sus reacciones, relaciones y sus mundos que apabullantemente son
muchos, contradictorios y sorprendentes.
Todos tenemos una tarea en la
vida, y al Trabajador Social le tocó bailar con una de las más feas de la
fiesta, que sin embargo, es la mejor bailadora: el comportamiento humano y sus
amoríos con las diferentes instituciones creadas exprofeso. ¡Simplemente es una
gran faena!
Dentro de las actividades que
realiza el Colegio supra dicho, destaca, además de la comunicación entre
colegas, la capacitación constante. Por ello es que realizaron un invaluable
curso sobre tanatología del 26 al 28 de mayo de 2016, en Pachuca Hidalgo. La
tanatología, es una ciencia que además de necesaria resulta de algún modo
apasionante. Esta trata sobre el
sufrimiento psicológico y físico que tenemos los seres humanos sobre
cualquier tipo de pérdida, particularmente sobre la muerte de un ser querido,
estudia analiza y propone, terapias para enfrentar las relaciones significativas del enfermo
terminal o de la ausencia o finalización
de cualquier otra cosa afectiva como el trabajo o la separación de la pareja. También
ayuda a entender los aspectos legales y en general ofrece alternativas respecto
al trato humanitario que merece el
fallecido y sus cuidadores y familiares.
La tanatología es una
disciplina integral que estudia el hecho inevitable de la muerte; su propósito es
auxiliar a los que aún viven, a enfrentar las situaciones conflictivas que
suceden en torno a ella, desde distintos ámbitos del saber, como la medicina,
la psicología, la antropología física, la religión, la filosofía y el derecho.
La tanatología pretende ambiciosamente, curar el dolor de la muerte y de la
desesperanza.
Realmente es una gran
experiencia acercarse a los contenidos de esta materia y sobre todo si se está
acompañado de grandes especialistas como la muy reconocida doctora Rocío Tello
y su equipo de colaboradores. A mí me encanta escuchar a la doctora Tello,
porque de cierta forma, además del profundo fondo de sus asertivas reflexiones,
éstas las hace de manera tan coloquial y teatralizada que hacen pensar y sacudir
los estereotipos de una forma natural y hasta divertida. Me encantan los
enfoques y los detenimientos mentales sobre el tema, porque a raíz de mi tesis
doctoral, encontré un universo entero sobre la salud, enfermedad, vejez y
muerte. Lamento mucho que al taller asistieron básicamente los profesionales de
Trabajo Social, en realidad la tanatología nos debe interesar a todos, pues
todos hemos tenido pérdidas de todo tipo y las seguiremos teniendo.
1 comentario:
En sus palabras Maestro se escucha bonito, pero la verdad, no es fácil, pero, bueno, si usted lo describe así, habrá que recurrir a un especialista en tanatología o trabajador social para que nos apoye en momentos y situaciones tan dolorosas. Gracias por su aportación.
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