Se cree que el primer recinto
de culto edificado en Pachuca, fue el de la iglesia de la Asunción, que según
se sabe, comenzó su construcción de manera modesta como todas, pero luego
alcanzó cierta notoriedad arquitectónica e institucional, sobre todo cuando se
erigió en parroquia. Se construyó a mediados del siglo XVI, luego fue
reconstruida como toda edificación que sufre los estragos del tiempo y de la
debilidad de los materiales originales. La Virgen de la Asunción (¡Qué bonito
nombre!), es la patrona de la ciudad y no San Francisco como erróneamente se
cree, de hecho la ciudad tenía el nombre oficial de Nuestra Señora de la
Asunción y Real de Minas de Pachuca.
Teológicamente se cree que la Ascensión
o subida al cielo es por poder propio, el cual sólo lo tuvo Jesús; en cambio la
Asunción se logra con ayuda divina, en este caso, fueron los ángeles quienes elevaron
a María al cielo. Iconográficamente es hermoso ese momento y artísticamente sublime, soñador, diría yo que no soy muy católico, pero sí amo a Dios por sobre todos los criterios de las iglesias y doctrinas.
La iglesia y amplios anexos, (arrebatados
al clero por las políticas reformistas de la época), abarcaba buena parte de la
ahora llamada Plaza de la Constitución, (que antes era la Plaza Mayor o de
Armas) y que por cierto se llama así por la Constitución de Cádiz de 1812,
creada en España y no por la Constitución
de México de 1857. Son pocos los datos que se conocen sobre la construcción, en
contraste se observan los múltiples descuidos que tienen los tres niveles de
gobierno y la ciudadanía en general respecto a la iglesia y capillas adjuntas
al templo principal. Si esta construcción estuviese en Querétaro, Puebla, Morelia o
alguna otra ciudad con más educación, conciencia y respeto a su patrimonio
cultural, sería una joya invaluable y un privilegio visitarla. En cambio, aquí
en Pachuca, es un espacio histórico atestado de basura, ruido espantoso, comerciantes,
puestos, marquesinas, bancas en mal estado, vagabundos y en fin, se encuentra en
un abandono casi total.
Siempre he pensado que bien se
podría reubicar a los comerciantes y hacer de la plaza, un lugar, no turístico solamente,
pues creo que las principales personas que debemos disfrutar este espacio público,
somos los que hemos nacido aquí o los que vivimos aquí, pero sí, ofrecer una
alternativa cultural y de regocijo, y no sólo la meramente mercantil y de
insumos alimentarios, que desde luego son necesarios.
Entre otros curas destacados, Mariano
Matamoros, (el famoso sacerdote liberal mexicano que participó en la Guerra de
Independencia), realizó parte de su labor pastoral, -casi por tres años, en el
presbiterio de esta iglesia.
Pero eso no es todo, la casa
religiosa conserva una colección de pinturas maravillosas, que es de muy
lamentarse, no son valoradas con toda justicia. El arte sacro es casi
inexistente en la ciudad, y el poco que tenemos lo desdeñamos, eso, por decirlo de alguna manera eufemística.
Dentro de todo el sinsabor que
nos dejan nuestras autoridades laicas y hasta las religiosas por el
aparentemente desprecio de este monumento histórico, destaca, (como una luz en
la gran cueva obscura), el que por fin se reabrió la hermosísima capilla anexa
para ceremonias católicas y yo aplaudo enormemente esa iniciativa. Al parecer
sólo se abrirá los lunes a los ocho de la mañana, y que bueno, porque más tarde
el escandaloso movimiento de los mercaderes, hacen poco apetecible una visita.
Pude asistir a un servicio religioso
este seis de junio de 2016 y quedé maravillado con la conservación que tiene
nuestra capilla en comento.
Yo conocí el edificio anexo a la iglesia que es de buen tamaño, cuando era propiedad de la Compañía de Real del Monte y Pachuca, luego cuando
fue la Presidencia Municipal y hasta cuándo fue la Delegación Metropolitana del
Instituto Mexicano del Seguro Social. Es un edificio amplio que yo amaría
fervientemente fuera rescatado y utilizado, si no como museo que ya es mucho
pedir, (¡me excedí pues, lo reconozco!), aunque sea como casa de cultura donde se dieran
talleres a los niños. Ahora está abandonado y Pachuca sigue sin museos.
La fiesta de la iglesia es el
15 de agosto. Prometo ir este año, aunque no me gustan los tumultos. Iré ese
día porque no creo que me inviten el primero de agosto, esa es otra fiesta.
6 comentarios:
REALMENTE INTERESANTE Y HERMOSA PUBLICACIÓN DE ÉSTA HISTÓRICA IGLESIA. GRACIAS POR PONER TU ATENCIÓN EN TAN BELLO LUGAR DE NUESTRA CIUDAD. QUE MUCHAS OCASIONES PASA TAN DESAPERCIBIDA POR LOS MISMOS HABITANTES DE ESTE LUGAR.POSEÉ GRAN HISTORIA Y ES UNO DE LOS PRINCIPALES ATRACTIVOS DE PACHUCA DE SOTO, HGO; GRACIAS!!! SOY UNA AMANTE DE LA BELLA AIROSA !!! EEDYAAC.....
Un orgullo para el INAH contar con profesionistas como tú Dr. Alvaro Avila Cruz, Muy buena descripción de la capilla adjunta a la Iglesia de la Asunción de Pachuca. Sin duda un Monumento Histórico muy importante, como toda la gran riqueza Cultural que existe en nuestro País tan querido. Con las imágenes bonitas que nos compartes nos trasladamos en automático al lugar¡ Gracias y muchos Saludos¡
Otra admiradora más que se une a comentarios tan acertados, gracias maestro por ilustrarnos con datos que desconocemos. BBCsinAAC
Mi maestro que buena publicacion pero mas buenos los comentarios es ud un conquistador solo recuerde esta ud casado
Gracias por comentar. Me parece que ese es el único pago, o aplauso, o estimulo que recibo para hacer lo que tanto me gusta: difundir el patrimonio cultural universal, pero particularmente el de Hidalgo y todavía más, el de Pachuca. Borré un comentario porque no permito que en mi página se ofenda a otros comentaristas. La opinión de todos es importante para mí, si se hace adecuadamente. Yo acepto cualquier crítica, pero a los demás comentarios se les debe dar la tolerancia y consideración debidas. Por cierto que la entrada habla sobre una capilla religiosa que no tiene nada que ver con mi estado civil.
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