Muchos
artistas plásticos han, y siguen coadyuvando a esta empresa cultural.
En esta espléndida
colección, se reúnen de manera fantástica, decenas de artistas reconocidos y
otros no tantos, pero todos llenos de talento y con una convicción única:
llevar conocimiento a todos. Eso que a
mí me parece que dentro de los objetivos de la democracia, es el más leal. Así nació la edición de libros: Imágenes con
pocas letras,
La
exposición consta de 60 obras del patrimonio artístico, enfocado al quehacer
didáctico y bibliográfico del país con sus múltiples áreas regionales y
culturales.
Todos estos creadores son dueños de las llaves de las ilustraciones
e ideas de los cuentos infantiles más hermosos e inimaginados, desde el título de cada libro uno
se siente más que atraído, seducen e invitan, atrapan. No digo nombres para que
no se pierda el encanto y asistan. Plástica e ideas es lo que sobresale en esta
exposición que ahora está montada en el lobby del auditorio Salvador Toscano de
Pachuca, Hidalgo y que nadie con un poco
de sueños, hijos o nietos, se debe perder. Es casi a volver a ser niños que es
lo que necesitamos. Volver a aprender. Volver a vivir.
Yo siempre
he dicho que se vale coquetear a la cultura. ¡Es un mundo mágico y sorprendente!
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