Estoy muy agradecido con Dios por ese mágico privilegio que me dio de conocer gente maravillosa y sí, sobre todo, de tener a grandes amigos; digo lo anterior porque días después de presentar mi libro “Los Frailes Descalzos de Pachuca, su Convento y Colegio” recibí una llamada del Licenciado Héctor Juárez Licona, diciendo que pensaba hacerme un homenaje porque yo era el único nacido en la colonia Cubitos que había trascendido y llegado hasta este punto. (Así conquistó a sus novias, jé, jé jé).
Aunque he sido un incansable defensor del Patrimonio Cultural de México durante muchos años y que tengo obra material al respecto como: Folletos, revistas, libros y artículos publicados, exposiciones temporales y el Museo de Sitio de San Francisco así como la Sala Etnográfica del convento de Actopan; he coordinado Coloquios Culturales de gran importancia, creé el programa de radio Palabras de Obsidiana y otras actividades con el mismo sentido cultural y que además he dado conferencias, talleres y cursos para sensibilizar a la gente de nuestra identidad y de lo nuestro y que verdaderamente he estado en los sitios en donde se vive o se da el patrimonio material o el intangible, aun así no creo haber hecho todavía lo suficiente para un reconocimiento de esta naturaleza.
Pero acepté tan magnánima iniciativa de Don Héctor con la emoción más genuina que pudiese yo tener y sentir, porque viene de la gente más noble, buena, sencilla y admirable que he conocido jamás. ¿Cómo decir no a gesto tan bonito y generoso?
El Licenciado Juárez, invitó al Club Deportivo Artístico Social y Cultural de Cubitos, a los Colonos de Ayer y Hoy y a los vecinos y amigos en general de la colonia para contribuir a este evento. Y todos participaron porque es una colonia unida y de sentimientos cercanos a los de Dios.
El evento tan hermoso se llevó a cabo el sábado cuatro de diciembre, a partir de la una de la tarde en el Auditorio de Electricistas en la calle Pino Suárez de nuestra amada ciudad, en el que asistió la vieja guardia de lo que a mi juicio objetivo me parece, la colonia más importante de Pachuca.
Nunca terminaré de agradecer esa desprendida acción en la cual hubo oradores, una lona conmemorativa, un reconocimiento en madera, una medalla al mérito, canciones y una deliciosa comida realmente inolvidable.
Se dice que nadie es profeta en su tierra, pero con este homenaje sencillo de gente sencilla para alguien que pretende ser todavía ser más sencillo, definitivamente, y lo digo con todo respeto, con absoluta sinceridad y con el corazón en la mano, es lo más bello que me ha pasado en mi vida, sobre todo por venir de quien viene, estuvo presente mí familia, mi mamá, mi papá y algunos de mis hermanos. Blanquita me sirvió dos veces esa exquisita carne asada con nopalitos y cebollas cambray. Entre los asistentes estuvo Mario Gandara, quizá el músico más famoso de Pachuca o de Hidalgo y el maestro de todos nosostros en la secundaria ¿quien no lo conoce? además de que es muy atento, Don Mario tuvo un bar muy bohemio que se llamaba la Fresca Rosa, donde todo era escuchar jazz y blues, ¡todo un tipazo!
Qué extraña emoción sentí al ver a muy antiguos conocidos con las marcas del tiempo inexorable, el cual verdaderamente palidece, ante el prodigio de la fraternidad, los valores y el reconocimiento de grandes seres humanos.
Cubitos se ha caracterizado por ser un barrio activo lleno de anécdotas y de historia, cuya gente siempre ha tenido esa inquietud de agradar al otro a través de acciones concretas, hay constancia de la lucha de los vecinos para obtener sus necesarios servicios urbanos. Me constan a mí todas las actividades sociales que han realizado a través de los años de las cuales en gran parte el impulsor y responsable es mi papá Daniel Ávila Ramírez, entre ellas: el festival del día de madres, el desfile de Reyes, las películas y obras de teatro que hizo el club, el famoso cohete a la luna y tantas otras iniciativas que ha tenido la gente de mi colonia. Sin duda la actividad más trascendente de todas por su sentido social y por la movilización de personas que implica, es el Viacrucis, que tiene años de celebrarse y en el cual acude gente no solo del municipio o del estado, sino de otras partes de nuestro país. Yo una vez participé en él como soldado romano, iba muy crudo y creo que la pasé más mal yo que el propio Jesús caracterizado.
¡Algo único, original y que se ha convertido en toda una tradición que ya no solo pertenece a lo cubitences, sino ya es el símbolo de Pachuca en año nuevo, son la luminarias en el cerro que todos disfrutan, de buenos deseos y prosperidad para el año venidero!
En fin, es una colonia de grandes seres humanos cuyo valor esencial es la amistad y ahora por lo que veo, también el de reconocer a los que hemos hecho un poquito por lo que queremos.
Todo lo anterior, solo arroja un resultado: yo he dado mi corazón y mi vida entera por preservar y difundir el Patrimonio Cultural de México y también por difundir la estética universal de las bellas artes con énfasis en Los Beatles, mientras Dios lo permita lo voy a seguir haciendo y posiblemente mejorando, en respuesta tengo el cálido y cariñoso reconocimiento de personas llenas de valía, por eso, es el momento de compartición, esa sonrisas, esos abrazos y los obsequios que me hicieron, significan lo mejor de toda mi vida.
Gracias amigos por tener ese corazón tan noble, gracias a mí familia por ese gran amor que me demostraron y gracias Don Héctor, porque me demostró usted que existen personas llenas de dedicación y sentimientos y sobre todo de una gran sencillez que a mí me parece abrumante y digna del más bendito respeto y de la más profunda admiración e imitación. Usted Licenciado que engendró a uno de los seres más valiosos que he conocido jamás y que dio su vida por el beisbol: el gran Hugo Juárez., el ejemplo más cariñoso a seguir.
La Licenciada Patricia Ávila, fue la maestra de ceremonias, quien con ingenio y creatividad hizo del evento un recuerdo inolvidable.
¿Podía haber algo mejor?, creo que no, y en mi pobre y desconcertado discurso que di, me faltó decir que amo y bendigo a los grandes corazones que cerca de mi han latido.
Otra vez, gracias Dios, gracias Don Héctor por este homenaje y reconocimiento que aunque sin merecerlo ni esperarlo, le juro que es lo más bonito y emotivo que he tenido en vida y presumiré siempre mi cuadro por que no es de ninguna institución ni de ninguna universidad, sólo es de mi gente, que es lo que me hace más feliz, pero que al mismo modo me obliga a dar un poquito más.
Nunca olvidaré el día que fue por el año de 1974, cuando las hijas de Don Héctor, compraron el sencillo de Mohamed Alí o el Supermán Negro y que por una extraña razón estuve en su casa bailando ese gran hit del momento, ¡qué bonita era y sigue siendo Jackeline! El licenciado Juaréz que es un gran apasionado del beisbol y que jugó en la selección de Hidalgo, que está en el Salón de la Fama, fue Agente del Ministerio Público y Juez.
Don Héctor, que Dios lo bendiga hoy y siempre, es usted una gran persona y nunca he sentido admiración tanta por una persona, no por lo que usted organizó con el corazón para mi, sino porque cada que respira se le nota a usted que es todo un caballero y algo que me sublima a mí, todo un hombre extremadamente sencillo y un gran ser humano.
2 comentarios:
Es bueno saber que hay personas que son destacadas en en nuestro estado y sobre todo reconocidas, de mi parte quiero expresarte que te admiro profundamente Maestro Avila, tengo el la fortuna de conocerte desde hace muchos años y puedo decir que eres una persona que tiene muchos talentos, que el escribir se te da, es nato, eres muy creativo, inteligente y un gran ser humano, eres bendecido por Dios, y muchas felicidades por tan emotivo homenaje.
Con cariño Ari.
Es bueno saber que hay personas que son destacadas en en nuestro estado y sobre todo reconocidas, de mi parte quiero expresarte que te admiro profundamente Maestro Avila, tengo el la fortuna de conocerte desde hace muchos años y puedo decir que eres una persona que tiene muchos talentos, que el escribir se te da, es nato, eres muy creativo, inteligente y un gran ser humano, eres bendecido por Dios, y muchas felicidades por tan emotivo homenaje.
Con cariño Ari.
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