17 de enero de 2013

ALGÚN OTRO LUGAR


Mucho, -demasiado, diría yo-, se ha hablado o escrito sobre Los Beatles, bastante se ha reseñado a John Lennon o departido sobre el mismo Paul McCartney; en contraste, se ha gastado poca saliva o tinta valiosa sobre el Beatle Religioso, sobre el Compositor de Dios, sobre el Seducido de la Filosofía y el Pensamiento, sobre el Romántico de las Flores e Inciensos, del Héroe y del Enamorado de los Jardines, del Inventor de una Nueva Música, del Ángel de la Concordia, es decir del Beatle Místico, de George Harrison, a pesar de su importancia artística e ideológica. Harrison, quien corona y convive con los ángeles del Reino de la Paz, Libertad y Amor a Dios, el Amigo de la Espiritualidad y de las Carreras. Harrison, el Hare Krisna, quien empuña la guitarra para enamorar a Dios, quien  pulsa con los dedos un himno al Creador y al terminar, apunta los dedos al cielo para confesar solícito mientras besa el pasto: “Sólo soy un hippie, un greñudo que ama el rocanrol, un hermano del sol que brilla para nosotros, sólo soy, un pobre loco poseído por la luna, un caballo obscuro que no se cansa de correr por la pradera verde llena de duendes compatibles y esperanzas rotas y una ilusión fallida al final.”

Dos de las pasiones más acendradas y punzantes que tengo en mi vida, son, por orden de importancia, la música y la literatura. Resulta que en este libro en comento, - simplemente un hermoso objeto cultural ya imprescindible- , coinciden ambas de una manera singular y pertinente. Singular porque no es cualquier tipo de música; son Los Beatles y George Harrison, mi segundo escarabajo favorito; y pertinente, porque si hubiera llegado este libro en otro momento de mi vida, tal vez no lo hubiera sabido apreciar tal como ahora lo hago. Para alcanzar esta emoción intelectual, tuve que vivir todo lo que he vivido y leer todo lo que he leído.
El libro es el producto de un trabajo intenso de Mariana Dalzell, -admiradora de la obra de George Harrison-, quien convocó a un concurso de cuentos relacionados al Beatle Callado, para que, con los textos ganadores, pudiese conformar un libro, que de verdad es la valiosa suma de resultados copiosamente exitosos y lo que es mejor, verdaderamente atractivos .
Son doce cuentos escritos por otros tantos autores de distintas nacionalidades: México, Argentina y Chile. Me parece que son muy originales, muy bien escritos y ampliamente sentidos, pero sobre todo, gestados no solamente en y por la inteligencia humana, sino también en y por el corazón espiritual, es decir confluyen en tan pocas letras, (plasmados en tan sólo 101 páginas), las más grandes cualidades que tiene el hombre: la razón y el amor, (plasmados en tan sólo 101 mil billones de páginas).

Para el concurso, se formó un jurado dictaminador. Los cuentos  ganadores fueron: primer lugar: El eterno retorno de Aditya;  segundo lugar: Soy feliz al bailar contigo y, tercer lugar: Piensa por ti mismo. Los cuentos que recibieron menciones honoríficas y que también se incluyen en el libro son: Georgeson; Harrison y el viaje surreal; El hombre en transición; The inner light; Lejos en la distancia, cerca del corazón; La montaña de la luz, y, El sueño ha comenzado.

Para mi entender y sentir, el cuento que más me gustó fue el de “Soy feliz al bailar contigo”, del cual en su momento, daré mis argumentos, eso, por qué pensamos traer a la recopiladora de la obra harrisoniana a Pachuca, para que nos comente de viva voz, sus razones para realizar tan esplendido y admirable trabajo y sobre todo para que nos traiga unos ejemplares a la venta para contar en nuestra biblioteca, con este título tan importante, no sólo para los beatlémanos, que ya es decir, -sobre todo porque del Beatle Filosofo, prácticamente no existe una bibliografía tan difundida-,  sino  además, porque tiene muchos méritos literarios y es un goce generosamente arrobador, disfrutar de su lectura tan deliciosa. Con y a través de ella, se aprende mucho, se vive una experiencia impar, se transporta uno a otras atmosferas etéreas y a un pensamiento poético y filosófico, pocas veces sentido. ¡Qué hermosa es la sabiduría!  ¡Señores, estamos hablando nada más  de George Harrison!
Esperen la fecha, pronto tendremos a Mariana por acá, para conocer su sincero esfuerzo, que solo merece nuestros aplausos, que todavía deben ser más sinceros, a ella y a los escritores.
Podría citar como remate, algún párrafo encantador del libro, qué es lo que se acostumbra cuando se hace alguna reseña de un libro de cuentos, pero prefiero que compren el libro y ustedes mismos comprueben la belleza de lo que  trato de compartir.

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