Una vez iba yo en un taxi aquí en Pachuca, y como
prácticamente son colectivos, no por el precio, sino porque, para que “les
convenga” tienen que llevar a diferentes pasajeros que van o les queda por el mismo
rumbo, -insólito, eso sólo lo he visto en esta ciudad minera, desde luego con
la mordida correspondiente a la autoridad indiferente-, el otro pasajero que se
fue conmigo, le pidió una dejada a la Fototeca, probablemente la institución
nacional más importante que se encuentra en la ciudad. El chofer que ya tenía
algunos años como transportista, dijo que desconocía el lugar. Ya le expliqué y
llegamos.
El punto es que los que habitamos esta ciudad, no conocemos
la poca, pero al fin grandeza, de instituciones como esta. La Fototeca se
compone del Museo Nacional de Fotografía (el segundo museo nacional que está
fuera de la ciudad de México, nada más, nada menos), la sede administrativa del
Sistema Nacional de Fototecas y finalmente la Fototeca que resguarda la mayor
cantidad de imágenes en diferentes formatos relacionados a la fotografía. No
creo que pueda haber mayor logro para esta conflictiva ciudad pequeña a no ser
por la minería que compite con otros muchos méritos.
La Fototeca se instaló en 1976 y algunas razones que
adujeron los especialistas sobre la ubicación de la sede, fue el clima. De
cualquier forma, al año siguiente y por consecuencia de una política nacional,
se instaló en el mismo recinto, es decir el maravilloso convento de San
Francisco de Pachuca, el llamado entonces Centro Regional del Instituto Nacional
de Antropología e Historia.
Andando el tiempo, este se convirtió en el Centro INAH
Hidalgo, el cual ahora cumple cuarenta años, sí cuarenta años de trabajar con
la sociedad, de negociar y convenir, de defender, de investigar, conservar y
difundir el patrimonio cultural intangible y edificado en sus múltiples
vertientes, sea paleontológico, prehispánico o colonial o hasta etnológico.
La reflexión es: cuantas mujeres y hombres han dado lo
mejor de sí para lograr el objetivo señalado. El INAH es sin duda, una pirámide
prehispánica, o un convento virreinal, pero sobre todo es la transmisión de
orgullo e identidad que tenemos nosotros, sobre lo que nuestros antepasados
crearon movidos por una fe. Fe que ahora se renueva. Y creo que se renovará
siempre.
Por todo esto, a mí me emociona mucho invitarles a la conmemoración
del cuarenta aniversario de la creación del Centro INAH Hidalgo, el cual se
estará celebrando, por lo pronto, con una exposición de fotografías antiguas y
planos, además de un ciclo de conferencias.
2 comentarios:
Muchas Felicidades al INAH Hidalgo por estos 40 años , Ójala le dieran más difuccion a este ciclo de conferencias siendo tu uno de los ponentes se antojan muy interesantes siempre es un gusto leer tu Blog
Con una invitación cómo está, sería ignorar el trabajo del Instituto que cuida nuestro patrimonio cultural, será un placer escuchar a los ponentes y más a Usted Doctor Ávila. Felicidades al INAH por su aniversario y a Usted por el esmero en difundir la cultura.
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