Las nuevas tendencias
interpretativas sobre la visita museal, no reposan como antes y del todo, en
las colecciones, éstas ya no son la cereza del pastel, ni el jonrón del
partido, ahora se cree que más que el acervo o contenidos, la verdadera riqueza
de un museo, está en las experiencias que se puede llevar el visitante.
Prácticas que se viven a través del mundo sensorial y del conocimiento. El
museo es un rincón que nos permea, a través del saber y el goce estético: toda
una experiencia. Cuando se sale de un recinto museístico, uno ya no es el mismo
respecto de cuando entró.
Creo que debiera utilizarse
esta misma analogía con las relaciones humanas. Me explico: lo que
verdaderamente se lleva uno de cada instante, sueño, deseo o dolor, no son las
cosas. Uno como coleccionista, (es mi caso específico), no debe sentir regocijo
por poseer bienes, finalmente son objetos que se quedan por un tiempo más que
sus dueños, aunque al final también se vayan. Lo que verdaderamente importa es
el uso y la elucidación. El plus de los objetos coleccionables resguardados en
archivos, bibliotecas, discotecas o museos, es el don de la compartición.
Disfrutar con otro que participa de tus mismos gustos es disfrutarlo
doblemente. En caso contrario, no tiene sentido la acumulación de objetos ni de
ideas.
Así, estar enamorado y después
de salir o que te corran de ese recinto, no significa tirar a la basura los
recuerdos. Esos memories que a veces te haces reír y muchas más llorar, no
tienen por qué arrojarse al bote de basura tan enojadamente. Yo por ejemplo,
tardo mucho en deshacerme de las fotos, pues estas representan momentos burlones que pretenden distraer al
tiempo. En ellas se atrapan instantes caprichosos mil veces involuntarios. Pero
todo queda registrado en una imagen. Ciertamente a veces sirven de escapulario
para un moribundo. Y otras tantas logran una sonrisa, para uno que está en
proceso de llegar a serlo. Es nuestra vida y generaciones posteriores la verán con
un sentido arqueológico, científico, y
acaso, con algo de extrañamiento.
Con los poemas pasa lo mismo,
aquí un ejemplo:
Pozo del placer que tanta agua
diste a otros sedientos, antes que a mí. Tu boca -que es el gran Templo de las
Diosas- y tus momentos mágicos, que me prestaste momentáneamente y que ahora me
arrebatas sin compasión y con toda la fuerza del karma, fueron uno de los
mejores aprendizajes de mi vida. Te amo “, ¿Ya viste que yo soy más Cristalito
que tú? Te amo. Te amo mi amor. Como el agua del
lago helado, ella no siente nada por mí, pero me hace feliz.
1 comentario:
Combinación de Historiador y Poeta
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